Carmen K. Salmerón nos presenta una receta llena de sabor en vuestra sección ‘Hoy Cocinas Tú‘, se trata de su Curri de guisantes secos semi-triturados (sí, en español la voz inglesa curry que define al condimento originario de la India compuesto por una mezcla de polvo de diversas especias, se escribe ‘Curri‘. Se puede utilizar curry o curri indistintamente). La autora del blog Gastronomía Flamenco-Punk nos propone un curry muy particular, comprobadlo vosotros mismos.
Sin duda, es una deliciosa combinación de ingredientes, pero lo mejor de todo es que este plato es una fuente de salud. Y si sois de los que conocéis poco los guisantes secos, os encantará probarlos cocinados como el resto de legumbres secas, lentejas, alubias, garbanzos… Además, su versatilidad permite adaptar el curry de guisantes a todos los gustos y necesidades. ¿Os atrevéis a añadir un toque picante con un poco de chile? ¿O preferís un sabor más suave y cremoso? Las posibilidades son infinitas!
Ingredientes (4-6 comensales)
- 500 gramos de guisantes secos
- 1 tomate rojo, maduro y hermoso
- 1 cebolla hermosa (o dos si son pequeñas) morada
- ½ cebolla más para hervir junto a los guisantes
- 2 dientes de ajo morados
- 1 ñora
- 1 hoja de laurel
- 1 c/p sin colmo de cuatro pimientas
- 1 c/s colmadita de pasta de curry rojo
- 1 c/c de cúrcuma
- 1 ramita de perejil
- 4-6 huevos (uno por persona)
- 1 pizca de coco rallado
- 1 pizca de sal
- 250 ml de agua de mar
- ½ copita de vermú rojo
- 750 ml de agua mineral
- 1 chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Elaboración
Pon agua en una olla junto con los guisantes secos, que previamente habrás tenido en remojo al menos durante 12 ó 15 horas. Añade la ñora, la hoja de laurel y media cebolla entera. Tapa y lleva al fuego a temperatura máxima. Cuando empiece a hervir, baja a temperatura suave.
Mientras la olla está en lo suyo, en una sartén con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y temperatura suave, coloca la cebolla bien picadita y tápala. En tanto que se va produciendo la alquimia de la cebolla, esa transformación que casi la convierte en transparente, maja en tu almirez de bronce el ajo con el perejil y una pizca de sal, y añádelo a la sartén.
Cuando el ajo desprenda su aroma es el momento de añadir el tomate rallado, subir el fuego hasta que burbujee y bajar de nuevo a temperatura suave, tapar y seguir cocinando. Echa un ojo a los guisantes, menéalos con una cuchara de palo y si siguen duros al tocarlos, que es lo más probable, vuelve a tapar y que siga su cocción a fuego suave. Si necesitan más agua, cosa previsible, le echas un vaso de agua, mueves y tapas.
Vuelve a la sartén. Súmale la media copita de vermú rojo. Sube el fuego para que los vapores de alcohol desaparezcan, da unas vueltas y vuelve a tapar a temperatura mínima. Échale todo el condimento que te falta, incluida la sal. Mueve suavemente y cata. Cuando los guisantes estén tiernos, vierte sobre ellos el contenido de la sartén. Da unas vueltas y deja unos minutos para que todos los ingredientes se vayan entendiendo. Verás también cómo el guiso ha tomado un bellísimo color rojo oscuro (es por la ñora y la cúrcuma).
Pasados esos minutos, pasa la batidora con mucha cautela para que queden apenas semi-triturados, no en plan puré. Acabas de hacer un delicioso “Curri de guisantes secos semi-triturados”.
Acabado y presentación
A la hora de emplatar, sirve cada plato con su huevo cocido bien picadito, un poquito de coco rallado espolvoreado por encima, y decora con una flor bonita, pues la belleza nos hace segregar endorfinas y demás hormonas del placer. Salud, para disfrutar de la Vida.
Propiedades nutricionales
El ajo morado previene enfermedades como el Alzheimer y la demencia. Ayuda a reducir el estrés. Protege de infecciones, de ahí que sea conocido como el antibiótico natural. Es anticoagulante, antiinflamatorio y antiartritis. Reduce el colesterol en sangre y baja la tensión. Cada 100 gramos contiene 64 miligramos de azufre, lo que le otorga la habilidad de proteger contra los metales pesados (tan presentes en los peces grandes).
Los guisantes son ricos en antioxidantes, particularmente la luteína y la zeaxantina, dos grandes protectores del ojo contra el paso de los años, como son las cataratas o la degeneración macular. Ricos en vitaminas A, B, C, E y K, los convierte en excelentes aliados para proteger y reparar las membranas celulares, es decir, ayuda a cicatrizar y a regenerar los tejidos rotos. También poseen enormes cantidades de minerales como el selenio, zinc, fósforo, potasio… o sea, ayudan al correcto funcionamiento de la glándula del tiroides, favorecen la fecundidad, refuerzan el sistema inmunitario y reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares, entre otras bonanzas.
La pimienta ayuda a disminuir el llamado colesterol malo (ldl), gracias a la pipeína. Favorece la absorción de otros elementos como son el calcio o el fósforo. Apoya al hígado en su trabajo contra las grasas.
Carmen K. Salmerón
Gastronomía Flamenco-Punk
1 comentarios
Mil gracias.
Salud, para disfrutar de la Vida.
CKS