La manipulación incorrecta de los alimentos crudos, especialmente las carnes, es una de las principales causas de enfermedades transmitidas por alimentos en todo el mundo. Patógenos como Salmonella, Escherichia coli (E. coli), Listeria monocytogenes y Clostridium perfringens pueden proliferar rápidamente si no se siguen prácticas seguras de descongelación, almacenamiento y cocción.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año, 600 millones de personas en el mundo sufren intoxicaciones alimentarias, y un alto porcentaje de estos casos están relacionados con el consumo de carne mal manipulada. Las bacterias presentes en la carne cruda pueden multiplicarse exponencialmente si se expone a temperaturas inadecuadas, lo que aumenta el riesgo de infecciones gastrointestinales graves.
Una descongelación incorrecta no sólo compromete la calidad de la carne, volviéndola gomosa, seca o con sabores indeseados, también representa un riesgo para la salud. Durante el proceso, la carne puede permanecer demasiado tiempo en la zona de peligro (entre 4°C y 60°C), permitiendo la proliferación de bacterias peligrosas como Salmonella o E. coli. Además, los jugos que libera pueden contaminar superficies, utensilios y otros alimentos en la cocina, facilitando la transmisión de patógenos sin que nos demos cuenta. Una manipulación inadecuada puede convertir una simple comida en un foco de intoxicación alimentaria.
Para evitar estos riesgos, es esencial conocer los errores más comunes al descongelar carne y cómo hacerlo de manera segura. Así que tomad nota de los posibles fallos que pueden poner en peligro la salud y cómo corregirlos con las mejores prácticas recomendadas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. No dudéis en añadir vuestras sugerencias si creéis que hay más errores a evitar.
1. Descongelar carne a temperatura ambiente
Dejar la carne sobre la encimera durante horas para que se descongele es una de las prácticas más comunes y también de las más peligrosas. Cuando la carne permanece en la zona de peligro (entre 4°C y 60°C) durante más de dos horas, las bacterias pueden multiplicarse rápidamente.
Siempre se debe descongelar en el frigorífico, a una temperatura inferior a 4°C. Este método es el más seguro, aunque requiere planificación.
2. Usar cgua caliente o un chorro de agua
Muchas personas sumergen la carne en agua caliente o la ponen bajo un chorro de agua caliente para acelerar la descongelación. Este método calienta la capa externa demasiado rápido, permitiendo el crecimiento bacteriano antes de que el interior se descongele por completo.
Así que hay que evitarlo. Una alternativa es usar el método del agua fría. En un recipiente se introduce la carne en una bolsa hermética y se puede cambiar el agua cada 30 minutos hasta alcanzar su descongelación homogénea.
3. Usar el microondas y no cocinar de inmediato
Quien no haya metido una pieza de carne congelada en el microondas para descongelarla, que levante la mano. El microondas es una opción rápida para descongelar, pero si la carne no se cocina de inmediato, las zonas que se calientan primero pueden favorecer el crecimiento bacteriano.
Se puede utilizar el microondas para descongelar, siempre y cuando la carne se cocine inmediatamente después, así se elimina cualquier bacteria que haya comenzado a proliferar.
La opción más segura y recomendada por los expertos es descongelar en el refrigerador. Si necesitas acelerar el proceso, el método de agua fría es una alternativa efectiva y segura.
4. Descongelar diferentes tipos de carne juntos
Cada tipo de carne tiene diferentes tiempos y necesidades de descongelación. Al descongelarlas juntas, existe un alto riesgo de contaminación cruzada, especialmente si los jugos de una carne cruda entran en contacto con otra.
Sobra decir que los distintos tipos de carne se deben congelar por separado y si es en porciones pequeñas mejor, porque así se descongela más rápido y se evita la proliferación de bacterias.
5. No usar una bandeja o recipiente que recoja la humedad
La carne que se va a descongelar en la nevera no se puede poner directamente en la repisa, conviene colocarla sobre una bandeja o un plato para evitar que los líquidos que expulse puedan gotear sobre otros alimentos, contaminándolos.
6. No secar la carne antes de cocinarla
Después de descongelar, la carne puede tener exceso de humedad en la superficie, lo que puede afectar a su cocción, perjudicando al deseado dorado e incluso provocando salpicaduras al freírla.
El uso de papel de cocina absorbente para secar la carne descongelada (incluso si es fresca), mejorará la cocción y reducirá riesgos de quemaduras.
7. No planificar
A menudo tenemos que tirar del congelador para hacer una comida rápida, sacamos una pieza de carne y utilizamos el primer método que se nos pasa por la cabeza para descongelarla, como el agua caliente, por ejemplo.
Si planifica nuestras comidas, podremos descongelar los alimentos en el frigorífico para hacerlo de forma segura, normalmente basta con sacar la carne del congelador entre 12 y 24 horas antes de cocinarla, todo dependerá del tamaño de la pieza.
8. Descongelar y volver a congelar sin cocinar
Si la carne cruda se descongela y luego se vuelve a congelar sin cocinarla, su calidad se deteriora y existe el riesgo de proliferación bacteriana si estuvo en la zona de peligro por mucho tiempo.
Sobre esto ya os hemos hablado con más detalle en este post, y también en este artículo, así que retomad su lectura y ya sabéis que si se descongela carne y no se va a consumir, se debe cocinar antes de volver a congelarla.
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