
Onego Bio ha recibido la aprobación de la FDA para producir clara de huevo sin gallinas, siendo un avance que promete transformar la industria alimentaria con una alternativa a las claras de huevo tradicionales, sostenible, segura y funcional, según la Agencia de Medicamentos y Alimentación de Estados Unidos, que emitió recientemente una carta de “no objeciones” en la que reconoce que el producto estrella de la compañía denominado Bioalbumen, se reconoce como seguro para su uso en una amplia variedad de alimentos y bebidas.
Para algunos expertos se trata de un hito que representa mucho más que una simple validación regulatoria, ya que abre la puerta a una nueva era en la producción de proteínas, apuntando que ciencia y sostenibilidad se unen para resolver algunos problemas como la volatilidad de los precios, es decir, que los precios para productores o consumidores varíe notablemente mes a mes o temporada a temporada, lo que representa un riesgo para quienes dependen del huevo como insumo. Otros problemas que se resolverían son el impacto ambiental de la avicultura o algunas amenazas sanitarias como la gripe aviar.
Pero, ¿qué es Bioalbumen y por qué es diferente a otras alternativas al huevo de las que hemos hablado anteriormente? Recordemos YUMGO Blanc, Just Egg o Eggcitables, entre otros. Bioalbumen es una proteína que idéntica a la ovoalbúmina que está presente en la clara de huevo, pero se ha obtenido sin la participación de gallinas gracias a la fermentación de precisión.
A nivel nutricional proporciona una calidad que es equiparable a la del huevo tradicional, con un Protein Digestibility Corrected Amino Acid Score de 1.0 (método que mide la calidad de una proteína en función de dos criterios, el perfil de aminoácidos esenciales y la digestibilidad. Esa puntuación es la máxima y sólo la alcanzan proteínas de gran valor biológico, como los propios huevos, la leche de vaca o la bebida de soja.
El producto alternativo al huevo se presenta en un concentrado en polvo fácil de integrar en distintas aplicaciones industriales, desde la panadería y pastelería hasta las bebidas, los helados, los postres, las salsas e incluso en cócteles. Un kilo de Bioalbumen tiene una equivalencia de 277 claras de huevo, lo que convierte a este producto en un recurso eficiente y práctico para aquellos fabricantes que buscan estabilidad en el suministro de materia prima.

La clave de este desarrollo es la fermentación de precisión, una tecnología de la que ya hablamos en su momento. En resumen, utiliza microorganismos programados genéticamente para producir compuestos concretos. En este caso, la empresa Onego Bio utiliza el hongo filamentoso Trichoderma reesei, utilizado habitualmente en la industria enzimática. Tras el proceso de fermentación que se realiza en biorreactores, se extrae y purifica la proteína para obtener un ingrediente libre de microorganismos, completamente seguro y de una gran calidad. A diferencia de la agricultura convencional, este método reduce de forma significativa el uso de recursos naturales y según la empresa, Bioalbumen utiliza un 95% menos de tierra, un 72% menos de emisiones de gases de efecto invernadero y un 89% menos de agua que la producción de huevos tradicionales.
Beneficios para la industria alimentaria gracias a Bioalbumen
Para la industria alimentaria el atractivo de Bioalbumen es la sostenibilidad y su capacidad de garantizar un suministro estable en un mercado que es muy vulnerable y está sujeto a factores externos como las enfermedades aviares, las fluctuaciones en los precios y los problemas logísticos. Al diversificar la fuente de proteínas, la empresa Onego Bio ofrece una seguridad al sector que depende en gran medida de los huevos, recordemos que alrededor de un tercio de la producción mundial de huevos se destina a usos industriales.
La aprobación de la FDA facilita su introducción y comercialización en Estados Unidos, pero también agiliza los procesos regulatorios de otros países, algo que podría acelerar la expansión global de la compañía. Onego Bio es una empresa con sede en Finlandia y Estados Unidos que ha trazado una estrategia ambiciosa, ya que planea construir su primera gran planta de producción en el año 2028, con una capacidad equivalente a la producción de seis millones de gallinas ponedoras.

Lo cierto es que el caso de Onego Bio se suma a un movimiento más amplio de empresas que están revolucionando el sistema alimentario gracias a la fermentación de precisión. Podemos encontrar desde mieles alternativas, aceites vegetales como el aceite de palma de levadura fermentada, o proteínas lácteas cuyo origen no es animal. Esta tecnología está expandiéndose rápidamente y se calcula que su mercado mundial crecerá desde los 3.000 millones de dólares en el año 2022, a más de 57.000 millones de dólares para el año 2032.
Hay que destacar que lo que diferencia a Bioalbume, es que no se trata de un sustituto vegano al estilo de otros productos elaborados a base de legumbres o cereales, como los que antes hemos referenciado, se trata de una proteína que es idéntica a la del huevo en sabor, textura y funcionalidad, pero producida de forma más ética y sostenible. No hay duda de que la aprobación de la FDA marca un antes y un después para Onego Bio y para la industria alimentaria en general, ya que en un mundo donde la seguridad alimentaria y la sostenibilidad se han convertido en objetivos a nivel mundial, este tipo de productos son el testimonio de que la biotecnología puede ser la clave en la alimentación de las futuras generaciones, sin que se vea comprometido el planeta.







