Disfrutones cocineros o viceversa, hoy os traemos una receta que os va a encantar por su sencillez, sabor y beneficios para la salud, es Col lombarda con almendras. Esta preparación es ideal como guarnición o incluso como plato ligero, y tiene todo lo que necesitamos para disfrutar comiendo bien y cuidándonos. Además, ¿sabíais que los alimentos de color azul y morado, como la col lombarda, están cargados de antioxidantes y ayudan a combatir el estrés oxidativo? Este plato además de ser delicioso, es una bomba de salud.
En esta receta, la col lombarda se cocina suavemente con mantequilla para resaltar su dulzor natural, mientras que las almendras tostadas y los ajos dorados aportan una textura crujiente y un aroma irresistible. Es una receta versátil que se puede hacer fácilmente a ojo, pero hemos incluido las medidas para quienes prefieran un poco más de precisión. Si queréis un toque extra, unas ramitas de romero o incluso unos taquitos de jamón pueden llevarla al siguiente nivel, aunque os aseguramos que no le falta nada para brillar por sí sola. Os esperamos en la cocina.
Ingredientes (4 comensales)
- ½ col lombarda
- 40 gramos de mantequilla
- 2 puñados de almendras
- 4 dientes de ajo
- c/n de aceite de oliva virgen extra
- c/n de sal
- romero fresco (opcional).
Elaboración
Corta la col lombarda en juliana, pon a calentar una cazuela a fuego suave y funde la mantequilla, incorpora entonces la lombarda y salpimenta al gusto. Rehoga la col hasta que esté tierna o con la textura que más te guste, moviéndola de vez en cuando. Si tapas la cazuela se cocinará más rápido en su propio vapor.
Retira la lombarda y en la misma cazuela, sin añadir más grasa, tuesta las almendras a fuego medio y moviéndolas de vez en cuando para que se tuesten de forma homogénea. No dejes que se tuesten demasiado porque al retirarlas del fuego aún mantendrán mucho calor y continúan haciéndose.
Ahora sí, añade un poco de aceite de oliva virgen extra y dora los ajos laminados, continúa a fuego medio, porque si subes el fuego se quemarían. Cuando el ajo esté a punto, reincorpora a la cazuela la col y las almendras.
Rehoga un par de minutos mezclando bien todos los ingredientes y en consecuencia, fusionando sus sabores. Y apaga el fuego.
Acabado y presentación
La col lombarda con almendras está lista para servir. Sobra decir que si queréis que quede aún más sabrosa, podéis añadir unos taquitos de jamón, pero la verdad es que no le hace falta. ¡Buena cocina y buen provecho!