Hemos conocido un interesante estudio que explora la relación entre microbioma y dieta, y cómo los patrones alimenticios impactan en nuestra salud. Publicado en la revista Nature Microbiology bajo el título «Gut microbiome signatures of vegan, vegetarian and omnivore diets and associated health outcomes across 21,561 individuals«, el estudio analiza cómo el veganismo, el vegetarianismo y el omnivorismo afectan a la composición de la flora bacteriana del intestino y, por ende, a la salud.
Este trabajo, en el que se han utilizado los datos de más de 21.000 participantes de cinco estudios de cohorte internacional, destaca descubrimientos relevantes para aquellas personas interesadas en mejorar la salud a través de la alimentación. El estudio clasificó en tres grupos al conjunto de participantes, 656 personas veganas 1.088 vegetarianos y 19.817 omnívoros, posteriormente los expertos analizaron muestras del microbioma intestinal de todos los participantes mediante la secuenciación metagenómica.
Los investigadores utilizaron un índice de dieta basada en plantas (hPDI) como un modo de evaluar la calidad de los alimentos vegetales consumidos. Este índice ayuda a medir la cantidad de alimentos de origen vegetal que una persona consume, y cómo estos contribuyen a una dieta saludable. El análisis también incluyó datos sobre la frecuencia de consumo de más de 150 alimentos a fin de poder establecer una correlación entre los patrones alimenticios y la composición del microbioma.
Los resultados del estudio muestran que una dieta rica en alimentos de origen vegetal se asocia a mejoras significativas en la salud metabólica y cardiovascular. Los participantes que siguieron un patrón alimenticio basado en alimentos vegetales, mostraron una mayor calidad de la dieta con un consumo más elevado de nutrientes esenciales y una menor ingesta de alimentos procesados. Los resultados sugieren que promover una alimentación a base de alimentos vegetales podría ser clave para prevenir enfermedades crónicas y mejorar el bienestar general.
A continuación podéis leer los principales resultados del estudio:
Microbioma distintivo por dieta: Los investigadores concluyeron que el microbioma de cada grupo dietético tiene características únicas. Por ejemplo, los omnívoros presentan especies bacterianas como Ruminococcus torques y Bilophila wadsworthia, vinculadas con un mayor riesgo de inflamación y de enfermedades cardiometabólicas. Por el contrario, las personas veganas tienen bacterias especializadas en la descomposición de fibras, como la especie bacteriana Lachnospiraceae y Butyricicoccus sp., que promueve la salud intestinal.
Diversidad microbiana: Los omnívoros tenían una mayor diversidad microbiana en comparación con los veganos y los vegetarianos. Sin embargo, esta diversidad no siempre se asocia a beneficios para la salud, ya que depende de los tipos de bacterias presentes en la flora. Una mayor diversidad en las personas veganas se relaciona con especies bacterianas beneficiosas que ayudan en la degradación de polisacáridos de plantas (tipo de carbohidrato complejo como celulosa, almidón, pectinas y hemicelulosa).
Relación con la salud cardiometabólica: El microbioma que se asocia a las dietas veganas tenía mayores beneficios para la salud cardiometabólica, en comparación con el microbioma de los omnívoros y los vegetarianos, lo que deriva en menores riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares, inflamación y alteraciones metabólicas.
Impacto de los grupos de alimentos: Los lácteos y la carne fueron los principales precursores de las diferencias microbianas entre los tres grupos. Por ejemplo, especies bacterianas como Streptococcus thermophilus, que es común en los productos lácteos, eran abundantes en los vegetarianos y los omnívoros, pero casi no tenían presencia en los veganos. Los alimentos ricos en fibras como son frutas y verduras, estaban estrechamente relacionados con un microbioma más saludable.
Dieta y microorganismos de los alimentos: Una parte de los microorganismos presentes en el intestino proceden directamente de los alimentos consumidos, por lo que los veganos, al excluir los productos lácteos y la carne, tienen un microbioma menos influenciado por estas fuentes alimentarias y más asociado a las bacterias propias de la microbiota del suelo y que derivan de alimentos frescos como frutas y vegetales.
El estudio también señala que las dietas basadas en alimentos vegetales benefician a la salud humana y tienen un menor impacto ambiental. Los expertos explican que la producción de alimentos de origen animal contribuye significativamente al cambio climático, por otro lado, un aumento del consumo de alimentos vegetales podría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a la vez proteger la biodiversidad. Se apunta que reducir el consumo de carnes rojas y productos lácteos podría ser una estrategia eficaz para hacer frente al cambio climático (esto es algo de lo que hemos hablado en varias ocasiones), además se reduciría el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con la dieta.
El estudio no hace más que reafirmar que seguir una dieta rica en alimentos de origen vegetal mejora el microbioma intestinal, previene las enfermedades crónicas y reduce el impacto ambiental en comparación con otras dietas. La investigación refuerza y ratifica los resultados de otras investigaciones en las que se concluye que nuestras elecciones alimentarias tienen un impacto directo en nuestra salud y en el planeta.
Ajustar la dieta para incluir una mayor diversidad de alimentos saludables, como por ejemplo las frutas, los vegetales y las legumbres, puede ser clave para tener un microbioma equilibrado y una vida más saludable. Los expertos comentan que sus resultados podrían servir de guía para futuras intervenciones nutricionales, ayudando a establecer estrategias dietéticas personalizadas que fomenten tanto la salud humana como la sostenibilidad ambiental. Podéis conocer todos los detalles de esta investigación a través de este artículo publicado en la revista Nature Microbiology.
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