Cada vez son más las ciudades estadounidenses que se suman al exclusivo universo de la Guía Michelin, pero su expansión no es casualidad, ya que en la mayoría de casos, detrás de cada inclusión hay un trabajo estratégico que implica negociaciones con agencias locales de turismo y promoción, buscando destacar lo mejor de la gastronomía regional a nivel internacional.
Ahora podemos saber que la Guía Michelin llega a Boston y Filadelfia, dos ciudades que se convierten en nuevos destinos culinarios en Estados Unidos, abriendo nuevas oportunidades para chefs y restaurantes, así como para fortalecer el posicionamiento turístico y cultural de las dos ciudades.
La noticia ha sido anunciada oficialmente por la guía roja, el Meet Boston y el Philadelphia Convention and Visitors Bureau, entidades que han jugado un papel clave para que el reconocimiento se hiciera realidad. A partir de ahora ambas ciudades formarán parte de la edición especial de la guía Northeast Cities (Ciudades del Noreste), que incluye Nueva York, Chicago y Washington D.C., formando y consolidando una red de destinos gastronómicos de importancia en la costa este de los Estados Unidos.
Lo más interesante y destacado de esta expansión es que la Guía Michelin, además de reseñar los restaurantes lujosos, ensalza la distinción Bib Gourmand y cómo establecimientos de todo tipo pueden obtenerla gracias a la calidad, la autenticidad y el disfrute de una experiencia memorable. Para muchos establecimientos obtener una distinción Bib Gourmand es la alternativa a las estrellas, ya que el reconocimiento representa unas opciones más asequibles con excelente relación calidad-precio. Esto delata que probablemente haya pocas estrellas y muchos Bib Gourmands.
El caso es que esta dirección abre la puerta a las pequeñas cocinas familiares, a las propuestas étnicas o a los proyectos innovadores de jóvenes chefs para que puedan ser catapultados al reconocimiento internacional. Según Michelin, Boston y Filadelfia tienen una gran variedad de los espacios mencionados, ofreciendo desde los sabores tradicionales de Nueva Inglaterra hasta las influencias latinas, asiáticas y de Medio Oriente, proporcionando una riqueza culinaria amplia y diversa.
Hablando de Boston, esta ciudad ha sido conocida por su icónica sopa de almejas, la langosta fresca y los platos con influencias irlandesas, pero en los últimos años, la ciudad ha experimentado una transformación gastronómica notable gracias a jóvenes talentos que se han formado en prestigiosas escuelas de cocina, devolviendo el entusiasmo a los comensales a través de propuestas creativas que combinan las técnicas contemporáneas y los productos locales.
Filadelfia se ha posicionado como un referente gastronómico en la última década, aunque muchos todavía lo asocian a su famoso cheesesteak, pero según Michelin, lo cierto es que su oferta va mucho más allá y restaurantes como Zahav del chef Mike Solomonov, o Kalaya del chef Nok Suntaranon, han elevado el estándar culinario de la ciudad logrando obtener premios de prestigio como los galardones James Beard.
Para las oficinas de turismo y organismos de promoción, la llegada de la guía Michelin representa una gran oportunidad económica, ya que las ciudades que forman parte de la guía experimentan un aumento en el turismo gastronómico, impulsando la ocupación hotelera, el consumo local y la reputación global. Los inspectores de la guía roja ya están trabajando y a lo largo de los próximos meses visitarán muchos restaurantes de todo tipo, para configurar una lista de establecimientos seleccionados que se presentará oficialmente a finales de este año, durante la ceremonia oficial de la Guía Michelin Ciudades del Noreste.
Podéis conocer más detalles de la noticia a través de la página oficial de la Guía Michelin.
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