A finales de 2023 la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) presentó los resultados de una reevaluación realizada al eritritol (E968), una alternativa al azúcar muy utilizada por la industria alimentaria, y actualmente también muy consumida en los hogares. La agencia confirmaba la seguridad del eritritol como edulcorante y establecía una ingesta diaria segura de 0,5 gramos por kilo de peso corporal.
Pero hay que saber que varios estudios han cuestionado la seguridad del eritritol, uno de los últimos de los que hablábamos era el realizado por expertos del Instituto de Investigación Lerner de la Clínica Cleveland (Estados Unidos), en el que se concluía que este edulcorante se asociaba a un mayor riesgo de sufrir problemas cardiovasculares. Y hoy conocemos un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Colorado (Estados Unidos), en el que se concluye que el eritritol podría afectar a la salud vascular, aumentando el riesgo de provocar un derrame cerebral.
En esta nueva investigación los expertos plantearon observar de cerca cómo el eritritol afecta a las células endoteliales microvasculares cerebrales presentes en de los vasos sanguíneos del cerebro. Se trata de un tipo de células que desempeñan un papel muy importante en el control del flujo sanguíneo cerebral, así como en la prevención de coágulos. Los resultados de este estudio que han sido presentados recientemente en la American Physiology Summit 2025, han despertado preocupación en la comunidad científica.
En este trabajo los investigadores expusieron las células endoteliales microvasculares cerebrales a una cantidad de eritritol (unos 30 gramos) similar a la que podemos encontrar en una bebida comercial edulcorada. Aunque a primera vista puede parecer una cantidad común en el consumo diario de los denominados productos “sin azúcar”, los efectos que se han observado han sido preocupantes.
Los investigadores detectaron un aumento significativo del estrés oxidativo, proceso que como sabemos daña las células, contribuye al envejecimiento y a la aparición de enfermedades cardiovasculares. También se observó que las células redujeron la producción de óxido nítrico, una sustancia esencial que permite una dilatación correcta de los vasos sanguíneos. Sin una producción adecuada de óxido nítrico, aparecen dificultades en el flujo normal de sangre, algo que podría contribuir a incrementar el riesgo de accidentes cardiovasculares como, por ejemplo, los infartos o los derrames cerebrales.
Otra cuestión destacada es que el eritritol también provocaba una mayor producción de un péptido que contrae los vasos sanguíneos, y que dificultaba la liberación de una enzima que contribuye en la disolución de los coágulos. Todo el conjunto de efectos negativos incrementa el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular isquémico, es decir, la interrupción del flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro, que es causada por un coágulo o por la obstrucción de una arteria, impidiendo que el oxígeno y los nutrientes lleguen al tejido cerebral.
Los investigadores explican que estos resultados no hacen más que corroborar los resultados de otras investigaciones previas, donde ya se advertía de una posible relación entre el consumo elevado de eritritol y un mayor riesgo cardiovascular. Como el citado estudio del Instituto de Investigación Lerner, o este estudio realizado el año pasado por expertos del Cleveland Clinic, en el que se apuntaba que el edulcorante favorecía la formación de coágulos sanguíneos al incrementar la concentración de proteínas que agrupan las plaquetas.
Como decíamos, la EFSA ha ratificado la seguridad del eritritol con una ingesta diaria máxima establecida en 0,5 gramos por kilo de peso corporal, pero estos nuevos estudios invitan a realizar nuevas investigaciones y ensayos en profundidad, ya que este trabajo se ha realizado in vitro, es decir, con células fuera del organismo humano. Pero los investigadores explican que a pesar de ello, los resultados apuntan claramente a posibles riesgos que no deberían ignorarse.
El eritritol se utiliza ampliamente en una gran variedad de productos sin azúcar que se promocionan como las opciones más saludables, pero es importante que se siga investigando ese posible impacto en la salud vascular. Por lo que mientras tanto y según comentan aquí, se recomienda que los consumidores sean conscientes de la cantidad de este edulcorante que consumen diariamente y, en la medida de lo posible, reducir esa ingesta.
Podéis conocer más detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la revista científica Journal of Applied Physiology.