
Las Predicciones Mundiales de Alimentos y Bebidas 2026 de Mintel trazan un mapa hacia el futuro de la industria alimentaria, anticipando los comportamientos de consumo que se definirán en los próximos años. En un contexto global de incertidumbre, con el avance de la crisis climática, los cambios en la salud y el abastecimiento, los consumidores buscan algo más en los productos alimenticios, equilibrio, resiliencia y significado en su alimentación.
En el informe se identifican tres megatendencias que influirán en la forma en la que comemos, bebemos y entendemos el bienestar: la diversidad nutricional, el retorno a la tradición, y la innovación sensorial con propósito.
De “maxxing out” a “diversity in” (De exprimir los nutrientes a abrazar la diversidad)
Durante la última década, la obsesión por “maximizar” la ingesta de proteínas o fibra para mejorar la salud, ha marcado el panorama nutricional pero, según Mintel, esta etapa llega a su fin. Los consumidores están comprendiendo que la verdadera salud no consiste en seguir dietas rígidas, consiste en abrazar la diversidad alimentaria.
Para el año 2026 los consumidores priorizarán aquellos menús que combinen múltiples ingredientes, legumbres, granos nativos (cereales o semillas autóctonas), algas, semillas o especias y hierbas que forman parte de las recetas y prácticas culinarias tradicionales, celebrando tanto su valor funcional como su riqueza cultural. Para el año 2030 esta evolución dará lugar a las llamadas dietas DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión), donde la variedad de sabores y orígenes será el sinónimo de bienestar.

La dieta DEI es un enfoque nutricional que busca la diversidad de ingredientes, que promueve la equidad en el acceso a alimentos nutritivos y sostenibles, y que fomenta la inclusión de distintas tradiciones alimentarias culturales y sociales. Como curiosidad comentar que “DEI” procede de los movimientos de derechos civiles y de justicia social de las décadas de los 50 y 60 en Estados Unidos, donde se empezaron a usar conceptos como diversidad, igualdad y acceso equitativo.
Según Mintel, la tecnología también tendrá un papel importante, por ejemplo, la inteligencia artificial ayudará a diseñar menús semanales más variados, ofreciendo recomendaciones personalizadas para mantener una alimentación equilibrada, saludable y creativa. La fibra se convertirá en una aliada para la salud contra los efectos de los microplásticos, y las familias se centrarán en fortalecer la salud intestinal desde la infancia.
Una observación, sorprende que Mintel hable de la fibra contra los efectos de los microplásticos, y la razón es que no hay todavía evidencias sólidas de que la fibra dietética pueda combatir directamente los microplásticos que están presentes en el agua, los alimentos, el aire… Debe basar esta afirmación en esta revisión que analiza la posibilidad de que la fibra dietética pueda tener un efecto minimizador, en el sentido de que podría reducir la absorción o los efectos adversos de los microplásticos en el tracto gastrointestinal, pero es una revisión y deja claro que faltan estudios in vivo que prueben este efecto en los seres humanos.
Retro Rejuvenation (rescatar lo de antes pero con una mirada de futuro)
La segunda gran tendencia de las Predicciones Mundiales de Alimentos y Bebidas 2026 es el renacimiento de las tradiciones, y es que en un mundo digitalizado y cambiante, los consumidores buscan refugio en lo tradicional y lo conocido, como las recetas heredadas, los ingredientes locales y los métodos de conservación naturales.
Esta tendencia que ha denominado Retro Rejuvenation no es simple nostalgia, representa una búsqueda del equilibrio y la autenticidad, una vuelta a lo esencial con el propósito de construir un futuro más sostenible. Desde ahora y hasta el 2030, prácticas como la fermentación, el encurtido o el consumo estacional de alimentos, se integran de nuevo en la rutina diaria de la alimentación. Las marcas que rescaten estos métodos y los reinterpreten con la innovación, como por ejemplo los productos fermentados o las salsas sin tomate ante la escasez agrícola, serán vistas como guardianas del patrimonio culinario.
Incluso el concepto de upcycling (súper reciclaje o proceso para transformar los materiales de desecho, residuos o productos ya utilizados, en nuevos productos de mayor calidad, valor ecológico o valor estético) se transformará en aprovechamiento inteligente, donde cada ingrediente cuenta y la creatividad sustituye al desperdicio, por lo que comer bien será, más que nunca, un acto de conciencia y continuidad cultural.

Intentionally Sensory (Intencionalmente Sensorial), cuando la comida estimula los sentidos y las emociones
La tercera gran tendencia señalada por esta agencia global de investigación de mercado se centra en la alimentación multisensorial. Bajo el denominado concepto Intentionally Sensory, los alimentos dejarán de ser simples productos para convertirse en experiencias emocionales y terapéuticas.
La combinación del sabor, la textura, el aroma y el color, buscará algo más que placer. El objetivo es equilibrar el ánimo, calmar el estrés y volver a conectar a las personas con su entorno. En Asia ya aparecen ejemplos de bebidas que mejoran el estado de ánimo con aromas relajantes o con envases que estimulan los sentidos.
El concepto de comfort food evolucionará hacia food therapy (terapia alimentaria o terapia de alimentación). Se trata de alimentos diseñados para ofrecer momentos de calma y bienestar mental, además, la innovación sensorial será más inclusiva, adaptándose a las personas mayores, los neurodivergentes (personas con un funcionamiento neurológico y proceso de pensamiento que difiere significativamente de lo que se considera la norma o lo típico) o de aquellos usuarios que utilizan medicamentos para alterar el apetito, y es que comer se convertirá en un acto empático y personalizado.
Industria alimentaria más humana, diversa y emocional
En este informe sobre las Predicciones Mundiales de Alimentos y Bebidas, se concluye que las marcas del futuro deberán acompañar emocionalmente a los consumidores, la clave no sólo es innovar, es necesario hacerlo con empatía, propósito y con una visión a largo plazo. En una era de múltiples crisis, las personas buscan marcas que las inspiren a resistir, a adaptarse y a disfrutar de lo cotidiano.
De aquí a 2030, la industria alimentaria evolucionará hacia un modelo más diverso, consciente y sensorial, donde cada bocado contará una historia y cada producto ofrecerá bienestar. Las empresas alimentarias que logren integrar estos valores, diversidad nutricional, respeto por la tradición y conexión emocional, marcarán tendencia y definirán el futuro de la alimentación global.
Podéis conocer con detalle el informe Global Food & Drink Predictions 2026 de Mintel a través de este artículo publicado en la página oficial de la consultora.







