El etiquetado basado en la codificación por colores y letras, que tiene el objetivo de informar a los consumidores sobre la calidad nutricional de los productos alimentarios llega al país luso, Portugal introduce el etiquetado NutriScore. Poco a poco se suman países que quieren introducir el etiquetado alimentario que en 2017 adoptó Francia, y con Portugal ya serán un total de ocho países los que lo utilicen, Francia, Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Suiza, España y Países Bajos.
El gobierno portugués considera que se trata de una gran medida de salud pública que puede promover el consumo de alimentos más saludables, algo necesario teniendo en cuenta que un 53% de la población portuguesa es obesa en diferentes grados. Por supuesto, la obesidad trae consigo otras enfermedades, pone en riesgo a este segmento poblacional de sufrir enfermedades cardiovasculares (hipertensión, infarto, etc.), diabetes tipo 2 y otras enfermedades no trasmisibles.
Se cree que NutriScore puede ayudar a los consumidores a tomar decisiones alimentarias más saludables basándose en los resultados obtenidos en otros países. Se puede citar, por ejemplo, el estudio que realizó el año pasado la organización de consumidores UFC-Que Choisir, en el que se concluía que este etiquetado funcionaba bien, al haberse observado una notable mejoría en la calidad nutricional de los alimentos de tres grupos. Por cierto, recordemos que en 2023 se actualizó el algoritmo de la calificación de NutriScore y ahora resulta mucho más fiable, calificando mejor a productos como el aceite de oliva y peor a diferentes marcas de cereales del desayuno.
El gobierno de Portugal explica que la OMS (Organización Mundial de la Salud) respalda esos sistemas de etiquetado nutricional simplificados que contribuyen a prevenir las enfermedades crónicas, y dado que según las encuestas y los estudios disponibles NutriScore es uno de los etiquetados más eficaces, se ha decidido llevar a cabo su introducción.
Otro motivo más que justifica el uso de NutriScore es la falta de un sistema obligatorio de etiquetado nutricional, algo que ha propiciado la proliferación de diferentes sistemas de etiquetado simplificados, siendo algo que se considera contraproducente y que puede provocar confusión entre los consumidores a la hora de elegir alimentos más saludables, ya que se trata de etiquetas que se consideran menos eficaces. Sin embargo, hay que remarcar que no es una medida obligatoria y este hecho ralentizará su introducción en el mercado.
En esta investigación del año 2019 del Programa Nacional de Promoción de una Alimentación Saludable (PNPAS) de Portugal, se recomendaba la introducción de un etiquetado único, ya que según una encuesta, un 40% de los consumidores tenía dificultades para interpretar la información nutricional obligatoria en las etiquetas de los productos alimenticios. Esta es otra de las razones por las que se respalda la introducción de NutriScore, su simplicidad favorecerá la comprensión del etiquetado y por tanto, aumentan las probabilidades de elegir alimentos más saludables.
En la página de PNPAS podemos leer que ya se ha publicado la orden para la implementación del NutriScore como medida de salud pública, pero hay que decir que no será de uso obligatorio. En el comunicado se especifica que en un plazo de 120 días, la Dirección General de Salud debe desarrollar el proceso de implementación del etiquetado, es decir, informar a las empresas que lo deseen, como se debe llevar a cabo su introducción. Además, entre otras cuestiones, se realizarán campañas de comunicación para promover la adopción del etiquetado en las empresas, se informará a los consumidores de sus beneficios, etc.