Si sólo usas la ricotta en elaboraciones dulces o como relleno ocasional de pasta, este recetario te va a sorprender. Hemos reunido 12 recetas saladas con ricotta, donde este queso fresco y cremoso se convierte en protagonista por derecho propio: desde ensaladas templadas y cremas reconfortantes, hasta tartas saladas, ñoquis dorados a la sartén o una pizza que podría ser tu favorita de la semana. Todas son recetas versátiles, sabrosas y con ese punto saludable que buscamos cuando queremos comer bien sin renunciar al placer.
La ricotta (así se escribe en italiano, aunque en español se acepta como “ricota”) es un queso fresco elaborado a partir del suero lácteo que sobra en la fabricación de otros quesos. Esto lo convierte en un alimento de aprovechamiento, pero también en una fuente natural de proteínas, calcio y fósforo, con bajo contenido en grasas si se escoge su versión light. Su textura granulosa y su sabor suave la hacen ideal para combinar con ingredientes más potentes, como tomates secos, rúcula, champiñones o frutos secos.
A menudo se confunde con el requesón, y aunque son similares, no son lo mismo: el requesón suele ser más húmedo y menos firme, mientras que la ricotta tiene una estructura más sólida y cremosa, aunque también depende del productor o fabricante, si es de elaboración artesanal o industrial. Ambos son buenas opciones para enriquecer platos con proteínas de calidad, así que utiliza la que más te guste o la que tengas en la nevera. Te esperamos en la cocina.
