Un estudio realizado por la Universidad de Québec (Canadá) sugiere que se consumen más calorías cuando hay actividad intelectual. El estudio es muy escueto, tan sólo 14 voluntarios fueron sometidos a él, pero seguro que es un paso para hacer estudios mayores.
Parece ser que el hecho de que se consuman más calorías cuando hay actividad intelectual se achaca a que hay más fluctuaciones en los niveles de glucosa e insulina que en periodo de descanso. La reacción del cuerpo podría ser entonces un estimulo a ingerir alimentos que permitan restablecer el equilibro de la glucosa, o sea, el combustible del cerebro. Recordemos que alrededor de un 20% de la energía que ingerimos a través de los alimentos, es para nutrir nuestro cerebro.
Este estudio, publicado en la última edición de Psychosomatic Medicine, abre el debate sobre si el aumento de trabajos intelectuales va ligado al aumento de la obesidad, ya que los científicos afirman que durante las sesiones de trabajo intelectual, sólo se consumen tres calorías más que en periodo de reposo, y después de este estudio conocen que tras realizar una actividad intelectual, los voluntarios consumieron hasta 253 calorías más que los que no realizaron ninguna actividad.
Estos resultados los obtuvieron al valorar la ingesta de alimentos de los voluntarios tras realizar tres tareas diferentes durante 45 minutos, una era estar sentado y relajado, otra leer un texto y hacer un resumen y la tercera, llevar a cabo una actividad con pruebas de memoria. Se tomaron muestras de sangre antes, durante y después de cada tarea.
En cifras, después de la tarea de leer y hacer un resumen, los voluntarios consumieron 203 calorías más que los que habían estado en reposo, mientras que después de realizar las pruebas de memoria el consumo fue superior en 253 calorías.
Es lógico pensar que esto repercuta en la obesidad, si el gasto energético es tan insignificante cuando se realizan actividades intelectuales pero la ingesta de calorías se supera hasta en un 29%, sumamos la falta de actividad física y el camino más directo es el de llegar al sobrepeso o a la obesidad.
Vía | Food Consumer