
La cocina en el espacio está viviendo una auténtica revolución, un avance que será especialmente importante para los futuros viajeros de la misión Artemis II (primera misión tripulada del vuelo de unos 10 días alrededor de la Luna). A través del vídeo que podréis ver a continuación, podréis conocer cómo se prepara la alimentación de los astronautas, qué papel desempeña el Laboratorio de Sistemas Alimentarios Espaciales de la NASA y cómo funciona la ‘cocina’ dentro de la maqueta de la nave Orión.
Como comprobaréis, hablar de ‘cocina en el espacio’ abarca mucho más que recetas de cocina, implica ingeniería, nutrición, psicología y tecnología de vanguardia. Para cualquier astronauta, la comida es mucho más que un conjunto de calorías, aporta energía, bienestar emocional, sensación de normalidad y también un momento de desconexión en el exigente entorno espacial. Por esta razón la NASA se toma muy en serio el diseño de los menús, sobre todo porque en abril del año que viene se llevará a cabo la primera misión tripulada a la Luna en más de cincuenta años.
La importancia de la comida en el espacio
En el vídeo, los astronautas Christina Koch y Jeremy Hansen, miembros de la tripulación de Artemis II, visitan el Laboratorio de Sistemas Alimentarios Espaciales del Centro Espacial Johnson, donde se desarrollan, prueban y envasan los alimentos destinados a la ISS (Estación Espacial Internacional) y a las misiones Artemis. Allí pueden comprobar de primera mano cómo funciona el proceso, se pueden probar algunos platos y entender por qué la alimentación es una parte esencial de la futura misión.
El laboratorio es una mezcla de una cocina industrial, un centro de investigación y una fábrica avanzada de alimentos, allí es donde se crean la mayoría de los platos que formarán el menú de los astronautas, desde sopas y pastas liofilizadas, hasta bolsas de comidas completas selladas y listas para consumir.
Shule, administradora del sistema alimentario de la ISS y del programa Artemis, explica en el vídeo que alimentar a una tripulación en el espacio es un trabajo delicado y extremadamente regulado. Cada receta debe cumplir requisitos estrictos de seguridad, estabilidad, nutrición y sabor, y aunque se intenta tener en cuenta las preferencias personales, la prioridad del laboratorio es proporcionar una dieta equilibrada que cubra todas las necesidades fisiológicas en condiciones de microgravedad.
La variedad también es importante, ya que si los astronautas comen siempre lo mismo pierden interés, comen menos y, por tanto, pueden sufrir deficiencias nutricionales. Por esta razón el laboratorio trabaja de forma constante en nuevas opciones, nuevas texturas y sabores que funcionen bien en el entorno tan particular que habitarán.
Probar antes del vuelo espacial, el papel de los astronautas como catadores
Una parte curiosa de todo el proceso es la fase de cata, los astronautas prueban múltiples opciones para los menús antes de una misión con el propósito de dar su opinión real sobre la comida. Si un plato tiene un sabor fuerte, tiene una textura demasiado blanda o simplemente no es una comida que entusiasme, se realizan las modificaciones oportunas o se descarta.
Sin embargo, incluso con estas pruebas la decisión final siempre cumplirá una premisa, la necesidad de mantener una dieta completa, equilibrada y segura. Esto se traduce en que no todas las preferencias de los astronautas se cumplen, pero se intenta que los platos les resulten agradables y familiares, algo especialmente importante en misiones largas donde la moral y la sensación hogareña son aspectos cruciales.
Cómo se prepara la comida dentro de la nave Orión
Tras conocer cómo se diseña la comida, llega otra pregunta: ¿Cómo se prepara la comida dentro de la nave? En el vídeo, el instructor y controlador de vuelo Wyth McKinley, nos lleva al interior de la maqueta de la nave Orión, donde la tripulación de Artemis 2 entrena los procesos diarios que realizarán en su viaje alrededor de la Luna.
En la nave se encuentra una cocina minimalista, pero sorprendentemente funcional, la mayoría de los alimentos son rehidratables, así que los astronautas usan un dispensador portátil de agua potable para añadir la cantidad exacta a cada envase. Seguidamente, para calentar la comida, utilizan un calentador de alimentos estilo maletín que contiene una placa térmica interna.

Los utensilios de cocina en el espacio son los justos, unas tijeras para abrir los sobres de comida, una cuchara y los correspondientes sistemas de sujeción como velcros o imanes, para evitar que los paquetes de comida floten. No hay fogones, no hay hornos tradicionales, no hay sartenes, tan sólo una combinación ligera y segura de dispositivos diseñados para funcionar sin gravedad y sin riesgo para los sistemas de la nave. No se habla de la inclusión de otros elementos como una botella especial para poder beber cerveza en el espacio, el horno para cocinar galletas, o si utilizarán la taza de gravedad cero para disfrutar de un café.
Artemis II es una misión que tendrá una duración aproximada de 10 días volando alrededor de la Luna y sin aterrizaje. Su objetivo es comprobar a fondo que la nave Orión funciona correctamente con una tripulación real a bordo, evaluando su habitabilidad, sus sistemas de soporte vital y, por supuesto, los procesos relacionados con la comida. Según explica la NASA, los astronautas seguirán un horario de comidas preestablecido con menús adaptados individualmente, pero dentro de un marco nutricional común. También podrán disfrutar de snacks, bebidas rehidratables y algunos ‘caprichos’ seleccionados antes del vuelo que se darán a conocer en breve.
Como comentan aquí, cada avance que se realiza en el laboratorio del Centro Espacial Johnson, contribuye a un objetivo muy importante, que los astronautas puedan vivir lejos de la Tierra con la mayor autonomía y bienestar posible. Por ello, la misión Artemis II será un punto de inflexión, hará posible que los futuros viajeros sobrevivan y disfruten de una alimentación segura y variada.







