En los Alimentos transgénicos, dos posturas III, la Unión de Científicos Sensibilizados lanza al aire varias preguntas relacionadas con el riesgo de los alimentos transgénicos, riesgo argumentado en los efectos desconocidos e impredecibles que este tipo de alimentos pueden encerrar. Recordemos que en la segunda parte del documental conocíamos que durante años los estadounidenses han estado consumiendo maíz o soja transgénica sin saberlo, y la industria argumenta que no ha ocurrido nada y tampoco existe ninguna prueba que muestre que estos alimentos pueden resultar dañinos para los seres humanos.
¿Realmente los alimentos transgénicos son seguros para el ser humano?, ¿cómo se puede garantizar que nadie ha enfermado por consumir alimentos transgénicos?, recordemos que al ser alimentos considerados equivalentes a los alimentos tradicionales, no se adoptaron medidas como la información correspondiente en las etiquetas alimentarias indicando su contenido transgénico. Evidentemente es mucho más complicado que pueda relacionarse una enfermedad con el consumo de transgénicos cuando nadie sabe de qué tipo de alimentos se trata. Para la Unión de Científicos Sensibilizados la industria biotecnológica no ha permitido seguir la pista de los posibles problemas y complicaciones que este tipo de alimentos han ocasionado a los consumidores.
Para comprender las dificultades que existen a la hora de seguir el rastro de un determinado alimento transgénico, en el documental nos muestran como ejemplo el caso del maíz transgénico Starling desarrollado por la compañía Aventis. Este cereal fue concebido para ser utilizado en la alimentación humana, especialmente para elaborar los cereales para el desayuno. La diferencia entre el maíz tradicional y el maíz transgénico Starling es una toxina denominada Cry9C, se trata de una proteína insecticida obtenida de una subespecie del Bacillus thuringiensis, que actúa sobre determinados insectos que atacan las plantaciones de maíz.
Esta toxina, en principio fue aprobada por la agencia medioambiental estadounidense para ser utilizada en la alimentación animal y no en la alimentación humana, Aventis comercializó el maíz y los agricultores comenzaron a cultivarlo junto al maíz tradicional, posteriormente las cosechas se mezclaban y se vendían como un solo producto, a fin de cuentas eran dos tipos de maíz cuya equivalencia era similar, recordemos que los investigadores biotecnológicos realizan pruebas comparativas a nivel molecular para comprobar si la composición química entre ambos tipos de maíz es similar. Al realizarse las mezclas de maíz, irremediablemente el maíz transgénico Starling acabó introduciéndose en la cadena alimentaria humana, esto es algo que descubriría la organización ecologista Amigos de la Tierra. Mientras tanto, la compañía Aventis estaba convencida de que esta toxina incorporada en el material genético del maíz no suponía ningún peligro para el ser humano y procedía a realizar los estudios pertinentes que lo certificaran.
Amigos de la Tierra encontró a través de un informe (Pdf) de la página web de la EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos) que aprobaba el cultivo del maíz en cuestión, posteriormente la organización comenzó a indagar sobre el maíz preguntando a los agricultores, estos manifestaban que no separaban las variedades de maíz cultivadas y las comercializaban como una única variedad. La organización ecologista sospechó que si esto ocurría, posiblemente el maíz ya estuviera introducido en la alimentación humana. El siguiente paso fue analizar algunos de los alimentos que se comercializan en los supermercados y en cuya composición está presente el maíz.
En total se enviaron 23 productos a un laboratorio en el que se intentaría determinar si alguno de ellos contenía la toxina Cry9C, uno de ellos sí contenía maíz Starling, maíz que en teoría sólo podía ser utilizado para la alimentación animal. Gracias a Amigos de la Tierra, los consumidores conocieron a través de los medios de comunicación estadounidenses que los Taco Shells, producto fabricado por Kraft Foods bajo la marca Taco Bell, contenían material transgénico prohibido para la alimentación humana.
Se iniciaron las correspondientes investigaciones por parte del Gobierno estadounidense y se confirmó la introducción del maíz en la cadena alimentaria humana. Se estaba consumiendo un producto que no contaba con las pruebas que garantizasen la seguridad en la alimentación humana. Si se hubieran producido enfermedades o algún tipo de alergias alimentarias, hubiera sido muy difícil detectar que la causa había sido un maíz transgénico, sobre todo por la ausencia de pruebas.
Son muchos los ejemplos que muestran la introducción de alimentos transgénicos en la cadena alimentaria humana sin los correspondientes estudios y sin la aprobación oportuna, un ejemplo que podemos citar es el arroz transgénico LL62. Esta variedad de arroz no fue aprobada y estando todavía en un proceso de estudio e investigación, fue detectado en muchas zonas de cultivo estadounidenses, algo que ha provocado que el Gobierno americano haya tenido que aprobar su cultivo y comercialización.
Volviendo al hilo de Alimentos transgénicos, dos posturas III, Aventis terminó retirando el maíz transgénico Starling del mercado, pero desgraciadamente ya se había comercializado por todo el mundo y seguramente esta variedad de maíz pueda estar presente en la cadena alimentaria de algunos países, de hecho, este producto se ha encontrado en países como Japón, Corea, Reino Unido o Dinamarca. Parece evidente que una vez que un producto transgénico se introduce en el mercado, es imposible eliminarlo.
En el documental nos muestran además que algunos alimentos transgénicos que han sido concebidos para soportar las plagas de determinados insectos de forma selectiva, pueden afectar a otras especies benignas acabando con ellas, es el caso de la mariposa monarca. Como decíamos al principio, el riesgo de los alimentos transgénicos son los efectos desconocidos e impredecibles que encierran, no sabemos a ciencia cierta si la alteración genética puede afectarnos de algún modo a largo plazo.
En la próxima entrega de los Alimentos transgénicos, dos posturas, conoceremos la respuesta de quienes están a favor de los alimentos transgénicos, argumentos como la reducción de los productos químicos en las plantaciones y los beneficios para el medio ambiente que ofrecen, más rentabilidad, etc. Conoceremos además algunos de los planes de las empresas biotecnológicas que aseguran disponer ya de decenas de genes de bacterias que serán utilizadas en todo tipo de alimentos, lo que muestra que desgraciadamente disfrutaremos de una alimentación biotecnológica obligada. También conoceremos la opinión de quienes cultivan alimentos ecológicos y las soluciones que proponen para evitar los fertilizantes o los insecticidas utilizados en los cultivos intensivos.
Historial
Alimentos transgénicos, dos posturas
Alimentos transgénicos, dos posturas II
Alimentos transgénicos, dos posturas IV
Alimentos transgénicos, dos posturas V
Foto | Takomabibelot
1 comentarios
Yo vi ese documental al completo y cambio bastantes formas de pensar en mi cabeza, lo recomiendo.