
El tomate Amela es una variedad gourmet que ha conquistado los paladares de todo el mundo gracias a su sabor intenso, su dulzor natural y su textura carnosa. A diferencia de los tomates convencionales, cultivados en sistemas intensivos, el tomate Amela destaca por ser fruto de producción cuidada y limitada, de un modo casi artesanal se pone la calidad por encima de la cantidad. De hecho, su nombre es sinónimo de exclusividad en los mercados, y cada vez más personas lo buscan por sus exclusivas particularidades.
El tomate Amela se desarrolló en Japón en la década de 1990, es el resultado de la combinación entre las técnicas de cultivo tradicionales japonesas y el objetivo de obtener un tomate de sabor único y excepcional. El cultivo inició se andadura en la prefectura de Shizuoka, una zona agrícola reconocida por su clima favorable y por la dedicación que tienen sus agricultores, siendo en esta zona donde se perfeccionó un método de cultivo donde la planta recibe menos agua de lo habitual, obligando a los tomates a concentrar los azúcares y los nutrientes.
Con el tiempo, el tomate se exportó a Europa, donde rápidamente se posicionó en los mercados más exigentes y especialmente en España y Francia. Actualmente se considera un tomate “premium” dentro de la categoría de frutas y hortalizas, y su demanda sigue aumentando tanto en los restaurantes de alta cocina, como entre consumidores que valoran los alimentos diferenciados.
En España, el tomate Amela se cultiva principalmente en la costa de Granada y Málaga, una zona con un microclima privilegiado que combina sol abundante, temperaturas suaves y brisas marinas, lo que permite reproducir las condiciones ideales de su origen japonés. Esta localización, unida al sistema de riego controlado que reduce el aporte de agua para concentrar los azúcares, garantiza frutos de calidad excepcional durante gran parte del año, aunque su producción es limitada.
Su carácter exclusivo se refleja también en el precio que puede oscilar entre 8 y 12 euros el kilo (tirando bajo) en los mercados gourmet, bastante por encima de un tomate convencional. La buena noticia es que hoy en día es posible comprar tomate Amela online a través de tiendas especializadas y plataformas de venta directa, lo que facilita que cualquier consumidor en España o en otros países europeos puedan disfrutar de este producto único sin necesidad de desplazarse.
Lo primero que llama la atención de la variedad de tomate Amela es su forma redonda y compacta, con una piel lisa y un color rojo intenso que lo hace muy atractivo a la vista. Pero lo que realmente lo distingue de otras variedades de tomates es su sabor, una combinación equilibrada de dulzor y acidez que recuerda a los tomates de huerta de antaño, nada que ver con los tomates sin aroma ni sabor que se comercializan en los supermercados (hay que recuperar el sabor perdido de los tomates).

El tomate Amela cuenta con un nivel de grados Brix (medida del contenido de azúcares) mucho más alto que el tomate común, lo que le otorga una gran dulzura natural. Para quien se pregunte qué son los grados Brix y de dónde procede esta medida, lo explicamos: El concepto de grados Brix procede del apellido de Adolf Ferdinand Wenceslaus Brix, un científico e ingeniero alemán del siglo XIX que ideó una escala para medir la cantidad de azúcares disueltos en un líquido, así, un grado Brix equivale a un gramo de sacarosa por cada 100 gramos de solución.
Originalmente esta escala fue concebida para el uso de la industria azucarera y vinícola, pero actualmente se utiliza en frutas, verduras y bebidas, ya que permite conocer con precisión la dulzura y el grado de maduración. A continuación podéis ver algunos ejemplos comparativos de grados Brix en algunas frutas, algo que servirá para realizar comparativas y entender mejor la relevancia del tomate Amela:
Naranja: entre 8 y 12° Brix.
Manzana: entre 12 y 18° Brix.
Uva de mesa: entre 16 y 20° Brix.
Sandía: en torno a 10-12° Brix.
Tomate común: habitualmente 4 a 6° Brix.
Tomate Amela: puede alcanzar de 9 a 12° Brix situándose al nivel de frutas dulces como los cítricos e incluso al nivel de algunas variedades de manzana.
Esto quiere decir que al comer un tomate Amela, la experiencia gustativa se acerca más a la de disfrutar una fruta dulce que a la de un tomate corriente.
Propiedades nutricionales y beneficios del tomate Amela
El tomate Amela destaca por su sabor y también por su perfil aromático e intensidad natural, que hacen que no necesite aderezos ni elaboraciones complejas para destacar: basta con tratarlo con respeto y dejar que brille. Además, destaca por sus propiedades nutricionales, igual que otras variedades de tomates, es rico en licopeno, un potente antioxidante que contribuye en la salud cardiovascular y ayuda a prevenir el envejecimiento celular, aporta vitamina C, vitamina A y minerales como el potasio y el magnesio. Gracias a su bajo contenido calórico y su alto nivel de agua, es un alimento ligero y saludable, ideal para quienes desean mantener una dieta equilibrada.

El secreto del tomate Amela se encuentra en su forma de cultivo, a diferencia de otras variedades las plantas, se riegan con cantidades reducidas de agua y los productores controlan minuciosamente las condiciones de luz y de temperatura, creando un “estrés hídrico” que hace que el fruto concentre más azúcares, nutrientes y aromas, de ahí que su sabor sea tan distinto al de los tomates comunes. La producción de Amela es limitada y requiere un cuidado constante, algo que influye en su precio final, de ahí que se considere un producto gourmet muy valorado por los chefs de alta cocina, que lo incluyen en platos donde el tomate es el protagonista indiscutible.
Recomendaciones técnicas y gastronómicas para disfrutarlo al máximo
El tomate Amela está pensado para ser saboreado en su forma más pura. Su equilibrio entre dulzor, acidez y umami lo convierte en un producto excepcional que no necesita más que un corte limpio y un aliño preciso para brillar.
1. Degustación en crudo, sin interferencias: El tomate Amela no necesita cocción, se recomienda consumir frío y directamente tras un corte limpio. Su sabor se aprecia mejor con sal de calidad (como escamas de sal marina), que potencia sus matices dulces y afrutados sin dominarlos. Los expertos coinciden en que el mejor acompañante es la simplicidad.
2. Corte y presentación cuidadosa: Cortado o en rodajas gruesas y servido con elegancia. Usar un cuchillo bien afilado evita extraer jugos y mantiene la estructura del fruto intacta. Es un estándar en la cocina profesional.
3. Maridajes delicados que respetan su carácter: Este tomate es un ingrediente de lujo: su dulzor natural y complejidad aromática lo hacen ideal para acompañar quesos de textura suave, pescados blancos o como base de carpaccio fresco, siempre sin sobrecargarlo.
4. Presentación tipo fruit-to-fruit: Disfrutarlo como lo haríamos con una fruta exquisita, si es necesario, con los ojos cerrados, concentrándonos en su textura, aroma y jugosidad. Esto permite experimentar su carácter casi afrutado con mayor intensidad.
Aunque su dulzor y aroma podrían hacerte pensar que va directo al frigorífico, el tomate Amela, como buen fruto gourmet, necesita mimo: se debe refrigerar solo cuando está completamente maduro y si no se va a consumir de inmediato. Para disfrutarlo en todo su esplendor, sácalo del frío al menos 30 minutos antes de servirlo. Solo así desplegará todo su sabor, su textura carnosa y ese perfil aromático que lo distingue de cualquier otro tomate.
En la actualidad, el tomate Amela se cultiva principalmente en Japón y en España, aunque su fama se ha extendido a los mercados internacionales. Los expertos aseguran que esta variedad seguirá ganando protagonismo en la gastronomía a nivel mundial y no sólo por su sabor, también por su historia y por el cuidado que hay detrás de cada pieza de esta fruta.
Podéis conocer algunos detalles más de esta variedad de tomate, dónde comprarlo y formatos disponibles a través de la página Amela Tomato y si queréis ampliar más la información, os recomendaos acceder a la web de Amela Japón.







