El Ministro de Economía, Finanzas y Reforma Administrativa de Marruecos ha presentado la Ley de Finanzas de 2020 en la que aparece un artículo que alude a un impuesto al consumo interno, se trata del impuesto de los refrescos, gravamen que hace un año ya se intentó introducir pero que, gracias a la presión de la industria de las bebidas y los refrescos, fue desestimado.
Ahora, Marruecos planea la introducción del impuesto de los refrescos de nuevo, la Ley de Finanzas de 2020 está siendo debatida, revisada y probablemente en pocos días se sabrá si finalmente se suma a la lista de países que ya han introducido este gravamen, con la supuesta intención de reducir el consumo de bebidas azucaradas en la población y mejorar la salud.
El impuesto a los fabricantes pretende cargar a las bebidas que contengan unos 5 gramos o menos de azúcar por cada 100 mililitros, 2’82 euros por cada 100 litros producidos. Las bebidas con más de 10 gramos de azúcar por cada 100 mililitros de producto serán gravadas con 4’23 euros por cada 100 litros. Se puede decir que se trata de un impuesto irrisorio, si se traslada al consumidor podemos comprobar que el incremento en el precio es muy poco apreciable, por lo que es difícil creer que el gravamen disuada del consumo de bebidas azucaradas. En cambio, el Gobierno del país garantiza una nueva entrada de dinero a las arcas públicas.
Parece ser que el plan inicial que se tenía para el gravamen era extenderlo de forma gradual a todos los productos dulces, incluidos los productos lácteos como los yogures, pero como ya hemos comentado, la presión de la industria de las bebidas, y probablemente también de la industria alimentaria, evitó que el impuesto se introdujera el año pasado. Pero, ahora parece que existen más posibilidades de que la iniciativa salga adelante.
Algo que no tiene sentido es el hecho de que la mencionada ley asigna casi 1’3 millones de euros a subsidiar el azúcar, la sémola y el gas para cocinar, cierto es que el año pasado el importe para subsidiar estos productos ascendía a 1’7 millones de euros y ahora se rebaja. Pero no tiene sentido que en esta lucha contra el abuso del azúcar, se subsidie a este ingrediente, además, hay que destacar que los fabricantes de refrescos serán los mayores beneficiarios de este subsidio estatal del azúcar.
Marruecos debe hacer un esfuerzo real para mejorar la salud de la población, según la OMS, la tasa de sobrepeso en este país ronda el 53% y la de la obesidad el 20%. Hay que destacar que un 10% de la población sufre diabetes y un 29% presión arterial elevada, siendo estos datos los que han ejercido cierta presión sobre el Gobierno y la industria para que se reduzca el consumo de azúcar y se trabaje para reducir y prevenir la incidencia de las enfermedades no transmisibles, aunque vistas las medidas, se podría considerar que se trata de una puesta en escena.
Los números del impuesto no convencen, sobre todo sabiendo que, según el Gobierno, se destina más del 50% del presupuesto de salud a la diabetes y a las enfermedades crónicas, por lo que el mencionado impuesto no parece que pueda tener el impacto deseado en la economía o la salud de la población. Según leemos aquí, el Gobierno del país cree que el impuesto ayudará a reducir el consumo de bebidas azucaradas en la población y obligará a los fabricantes a revisar el contenido de azúcar en sus productos, y reformularlos si es necesario, algo que por las cifras mencionadas no creemos.
Quizá Marruecos debería tomar ejemplo de otros países como los Emiratos Árabes, donde el impuesto de los refrescos que se introdujo grava con un 50% los refrescos azucarados y con un 100% las bebidas energéticas. A esto hay que sumar el impuesto del 50% que afecta a los productos de bollería, pastelería, confitería, etc., que tiene previsto introducir a principios del año que viene. Estas sí son medidas que disuaden de la compra a la población, ya que el incremento de precio es muy significativo, nada que ver con lo que se plantea en Marruecos.
Foto 1 | guzzphoto
Foto 2 | Jdrephotography
1 comentarios
Ja, ja… los políticos de Marruecos son igualitos a los de otros países: derrochadores de dinero que siempre necesitan más y se inventan estúpidas excusas para aplicar nuevos impuestos.
Y encima se las dan de buena gente que no quiere que engordemos.