Qué sugerentes son los Tomates rellenos de ventresca de bonito que nos envía Astrid, un entrante o aperitivo que, sin duda, tiene que estar delicioso, y no digamos la presentación, además de vistosa Astrid nos dice que es fácil de hacer y que disfrutemos de estos tomates rellenos como pintxo o entrante, por eso comparte la receta con todos nosotros en Hoy Cocinas Tú.
Nosotros la vamos a probar en breve, nos parece percibir el aroma de la receta de ventresca, qué delicia ¿verdad?
Ingredientes (4 comensales)
- 4 tomates kumato pequeños y duritos
- 250 gramos de ventresca de bonito
- 80 gramos de mahonesa
- perejil
- sal
- aceite de oliva virgen extra
Elaboración
Escaldar los tomates, kumatos o de rama duritos con un corte en cruz en la piel, en agua hirviendo 4 minutos. Enfriarlos en agua fría.
Quitar a los tomates las pieles, cortar las ‘tapitas’ de los tomates muy delgadas y hacer con el cuchillo tres cortes en forma de cruz hacia abajo en el pedúnculo con cuidado de no agujerear el fondo. Sacar los troncos centrales.
Colocar los tomates boca abajo sobre tres o cuatro papeles de cocina para que absorban el jugo del tomate. Hacer una salsa con media taza de aceite y un puñado generoso de hojas de perejil (sin las ramas) y salar un poco.
Hacer la mezcla de la mayonesa (unas 4 cucharadas soperas) con la ventresca. Mezclar hasta conseguir una pasta uniforme, pero no machacar mucho para que se noten los trozos y reservar. En un bol poner un poco de nata y con las varillas semimontarla y salpimentar. Ha de quedar espesita pero aún tipo crema, es para decorar. Reservar.
Rellenar los tomates con una cucharilla tratándolos con mucho cuidadito y aplastando un poquito. Ha de quedar justo rellenos hasta el borde, no más. Colocarlos en el plato donde queramos servirlos boca abajo. Hacer un cordón de la nata semimontada alrededor del tomate. Rellenar el resto del plato con el aceite de perejil y sazonar con un poco de sal de Maldon cada tomate. Como toque gracioso he reservado los rabos del tomate y se los he colocado, de manera que visualmente parece que están boca arriba y no es así.
Con un palillo hacemos rayitas desde el tomate hacia afuera, parece que los tomates se han caído en leche y ha salpicado. En la otra foto se ve un emplatado individual algo más sencillo.
La clave de esta receta exquisita pero nada complicada, es la ventresca de bonito. Muchos piensan que es más o menos como el atún que solemos comprar de mejor o peor calidad en botes o latas, pero os aseguro que estáis equivocados. No tiene nada que ver. La ventresca, es la zona más apreciada de los bonitos, la parte más jugosa y sabrosa. Se conoce también como el “chaleco del bonito” porque es la pieza de este delicioso pescado que se extiende desde la sotabarba hasta su vientre.
La ventresca es un producto muy especial, que en las conserveras se trabaja todavía hoy de forma artesanal. Una vez recogido el bonito en la campaña de pesca, se separa la zona ventral y se cuece aparte limpiando convenientemente los filetes uno a uno por ambas partes. A continuación, se envasa en aceite de oliva y se esteriliza para su conservación.
Os recomiendo que lo probéis una vez y comprobaréis que lo que digo es cierto.
Un saludito y buen verano de Lalocacocina.