Detectadas bacterias productoras de carbapenemasas en animales de granja y productos alimenticios de toda Europa

Recientemente la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) ha dado a conocer un dictamen científico en el que se alerta que han sido detectadas bacterias productoras de carbapenemasas en animales de granja y productos alimenticios de toda Europa. La agencia apunta que si bien no existen evidencias claras de que estas bacterias se transmiten a los seres humanos a través de los alimentos, se han encontrado cepas bacterianas idénticas en animales y en personas, algo que sugiere una posible transmisión.

Pero, antes de nada es interesante saber qué son las carbapenemasas. Se trata de enzimas producidas por algunas bacterias que tienen la capacidad de inactivar o destruir los antibióticos carbapenémicos, fármacos potentes de amplio espectro de la familia de los betalactámicos, igual que las penicilinas y las cefalosporinas, que se utilizan como última línea de defensa para tratar infecciones graves que son causadas por bacterias multirresistentes.

Las carbapenemasas suelen estar presentes en bacterias Gram negativas, como por ejemplo la Klebsiella pneumoniae, la Acinetobacter baumannii o la Escherichia coli, entre otras. Teniendo en cuenta que la producción de carbapenemasas se asocia a la resistencia a múltiples antibióticos, algo que deriva en infecciones que son muy difíciles e incluso imposibles de tratar con los tratamientos actuales, es lógico que exista una gran preocupación por lo que esto supone para la salud pública.

El último informe de la EFSA se basa en un análisis iniciado en el año 2013 y cuenta con información actualizada hasta el pasado mes de febrero. Los expertos de la agencia han recopilado datos de los países de la Unión Europea y de la AELC (países europeos que no forman parte de la UE), en colaboración con el Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC).

En el informe se destaca que en 14 de los 30 países de la Unión Europea y de la AELC, se han encontrado bacterias resistentes a los antibióticos carbapenémicos en la cadena alimentaria, siendo las bacterias más comunes que generan la resistencia la Escherichia coli (E. coli), la Enterobacter cloacae, la Klebsiella pneumoniae y la Salmonella Infantis. Este grupo de bacterias tienen una gran variedad genética, lo que complica su control, y a esto hay que añadir que se han identificado determinados plásmidos (pequeños fragmentos de ADN que pueden transferirse entre bacterias) que llevan estos genes resistentes, lo que favorece la propagación de la resistencia.

Los expertos de la EFSA explican que la mayoría de estos casos se han encontrado en animales de granja como cerdos, vacas y aves de corral, pero también en el entorno de las granjas y en otras muestras de carne. Se apunta que sobre los alimentos procedentes del mar o los alimentos vegetales existen pocos estudios, pero los que existen, muestran una gran diversidad de bacterias resistentes a los antibióticos, por lo que se recomienda ampliar las actividades de vigilancia en otras fuentes alimentarias que en la actualidad no se vigilan.

La agencia explica que desde el año 2021 se ha producido un aumento notable de los casos, especialmente en cerdos y en países como Italia, España y Portugal, con diferentes genes resistentes detectados en cada país. La EFSA explica que aunque de momento no hay evidencias claras, existen indicios de que estas bacterias que han generado resistencia pueden pasar a los seres humanos a través de los alimentos o del entorno. Aunque los países comunitarios cuentan con diferentes métodos para detectar estas bacterias en los alimentos, se apunta que es necesario mejorar la sensibilidad de estos procedimientos, lo que delata que la agencia sabe que no son lo efectivos que deberían ser. Un dato que sorprende es el hecho de saber que sólo 10 de los 30 países cuentan con planes especiales para controlar este tipo de bacterias.

La EFSA ve necesario para frenar la propagación de estas bacterias en los alimentos, aplicar la estrategia de “una sola salud” que considera la salud de los seres humanos, los animales y el medio ambiente como algo interconectado, por lo que se hace énfasis en seguir investigando y mejorar la vigilancia y la detección de este tipo de microorganismos patógenos resistentes a los antibióticos carbapenémicos.

Podéis conocer todos los detalles del informe de la EFSA a través de este artículo (Pdf).

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