Limpiar el frigorífico después de la retirada de alimentos contaminados

Hoy hemos leído una noticia en Food Safety News, un interesante medio de comunicación que aborda noticias sobre seguridad alimentaria, que nos ha parecido interesante compartir con vosotros, ya sabéis que es un tema que tratamos con cierta frecuencia porque forma parte de nuestro día a día, manipular alimentos no es cualquier cosa, en nuestras manos puede estar la salud de nuestra familia y de las personas a las que vamos a dar de comer.

La noticia en cuestión está relacionada con los casos en los que se da una alerta alimentaria que hace que se deba retirar un alimento o producto alimenticio porque por alguna cuestión puede perjudicar o poner en riesgo la salud y seguridad del consumidor. En FSN explican que en Estados Unidos se retiran alimentos del mercado casi a diario y que cuando esto ocurre, todos saben que esos productos no se deben consumir, pero eso puede no ser suficiente para evitar una toxiinfección.

La recomendación es limpiar el frigorífico después de la retirada de alimentos contaminados, aunque esto se podría ampliar a otros casos, que se dan y mucho, por ejemplo, cuando retiran un producto alimenticio porque su etiquetado está incompleto, erróneo o esconde ingredientes que son peligrosos para personas que tienen una alergia o intolerancia. Y si estos productos se guardan en un armario o estantería de la cocina o la despensa, también se deberá limpiar por el riesgo de contaminación cruzada.

En estos casos no hay que ser confiados, los patógenos peligrosos que pueden hallarse en los alimentos contaminados, como la E. Coli, la salmonela, la listeria… pueden propagarse fácilmente, por lo que tomar todas las precauciones y realizar una limpieza a fondo será la mejor opción, así garantizamos que no se producirá una intoxicación alimentaria que puede ser leve, pero también puede tener un desenlace fatal.

Aunque seguramente la mayoría sabemos cómo limpiar el frigorífico, los armarios o qué hacer con los alimentos que hayan estado en contacto con los productos contaminados, no estará de más dar un repaso a los consejos que proporciona el CDC (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades), son cinco pasos para limpiar la nevera después de una retirada de un alimento que puede ser peligroso para la salud:

1.Desechar los alimentos retirados del mercado
Desecha los alimentos retirados del mercado y cualquier otro alimento almacenado con ellos o que los haya tocado.
Ponlo en una bolsa sellada en la basura.
Si los alimentos retirados del mercado se almacenaron en un recipiente reutilizable, lávalo con agua caliente y jabón antes de reutilizarlo.

2.Vacía el frigorífico
Retira el resto de los alimentos del frigorífico.
Saca las estanterías, cajones y cualquier otra pieza extraíble.
No dejes alimentos sin refrigerar por más de dos horas.

3.Lava todas las piezas extraíbles del frigorífico
Lava los estantes, los cajones y cualquier otra parte removible a mano con agua caliente y jabón.
Seca con una toalla limpia.
No coloques los estantes o cajones de vidrio frío bajo agua caliente porque el vidrio podría romperse. Primero déjalos a temperatura ambiente.

4.Limpia y desinfecta el interior del frigorífico
Limpia el interior del frigorífico vacío con agua caliente y jabón; luego limpia con agua limpia para enjuagar el jabón.
Seca con una toalla limpia.
No olvides limpiar el interior de las puertas y los cajones que no se puedan quitar.
Opcionalmente, utiliza un desinfectante después de limpiar con agua caliente y jabón.

5.Coloca los estantes, los cajones y la comida en el frigorífico
Vuelve a colocar los estantes, cajones y otras partes extraíbles en el frigorífico, junto con el resto de elementos anteriormente retirados (limpios también).
Limpia los recipientes de alimentos y bebidas con agua caliente y jabón antes de guardarlos en el frigorífico limpio.

Y no hay que olvidar lavarse las manos con agua y jabón una vez que se ha terminado de limpiar todo. Limpiar también las encimeras, mesas o mostradores de la cocina que han contenido alimentos, bebidas, partes del frigorífico y cualquier material de limpieza utilizado. Y lavar los trapos, bayetas y estropajos reutilizables, tanto los que se han utilizado para limpiar como para secar.

Fotos | Marco Verch

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