La intoxicación alimentaria por consumo de pescado con ciguatera es un riesgo creciente para Europa

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), la intoxicación alimentaria por consumo de pescado con ciguatera en Europa se ha incrementado en los últimos 10 años un 60%, lo que la convierte en un riesgo creciente, así se determina en el marco del proyecto EuroCigua, cuyo cometido es determinar la incidencia de ciguatera, sus características epidemiológicas la presencia de la ciguatoxina en los alimentos y el medio ambiente, así como el desarrollo y validación de métodos para detectar, cuantificar y confirmar la presencia de ciguatoxina en los alimentos.

La ciguatera es una intoxicación alimentaria causada por el consumo de peces que se alimentan o viven en arrecifes coralinos, siendo endémica de trópicos y subtrópicos por el consumo de los denominados peces denominados ciguatos (más de 400 especies), que son los que pueden provocar esta intoxicación. Los peces ingieren un tipo de microalgas (Gambierdiscus excentricus) responsables de producir la ciguatoxina, toxina que puede provocar graves problemas de salud e incluso la muerte en los seres humanos debido al denominado síndrome de ciguatera.

La ciguatoxina se suele acumular en el hígado, el cerebro y los músculos de especies como el pez vela, la morena, la barracuda, la langosta, el pez limón, el mero, el pargo rojo, etc. Esta toxina es resistente al frío, al calor y soporta la cocción, por lo que no se elimina con procedimientos como la congelación o el cocinado, no se puede detectar en el consumo del pescado porque no tiene un sabor, olor o color concreto, pasa inadvertida hasta el momento en el que llega al organismo humano.

Dado que la ciguatoxina no afecta al pez portador, un simple examen no permite determinar si el pez está contaminado y es un riesgo para la salud, hay que decir que la presencia de una concentración de 0’08 miligramos por kilo de peso corporal del pescado, puede producir síntomas clínicos como diarreas, náuseas, vómitos, cólicos abdominales, hipersensibilidad al frío, dolor en los dientes, rigidez muscular, adormecimiento de las palmas de las manos, y así un largo etcétera de síntomas. Para evitar la ciguatoxina lo más efectivo es no consumir pescado o marisco procedente de los arrecifes tropicales, en algunos países se recomienda realizar un completo eviscerado del pescado y consumir únicamente la carne o músculo, pero como ya hemos comentado, la toxina también puede estar presente en la carne.

En el Proyecto EuroCigua que se puso en marcha en 2016 y que está previsto que finalice en septiembre de 2020, participan 15 organizaciones de seis países comunitarios (España, Portugal, Francia, Alemania, Grecia y Chipre), y cuenta con el apoyo de la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea). El aumento de casos de ciguatera provocó la puesta en marcha de este proyecto, anteriormente los casos de esta enfermedad se limitaban a las regiones tropicales y subtropicales del mundo, pero en el año 2008, España y Portugal informaron de brotes de esta intoxicación en las Islas Canarias y en Madeira, posteriormente, en el año 2012, se detectó un brote en Alemania.

Uno de los responsables de la AESAN comenta que trabajan desde hace tiempo para concienciar acerca de la enfermedad en los Estados Miembros de la UE y entre sus habitantes, para ello se ha creado este folleto (Pdf) donde se informa sobre las recomendaciones a seguir para reducir el riesgo de intoxicación alimentaria por ciguatera. La Doctora Ana Canals de la AESAN explica que la intoxicación por el consumo de peces con ciguatera es un problema mundial destacando, como ya hemos comentado, que los casos han aumentado en Europa un 60% en los últimos 10 años.

El Proyecto EuroCigua, del que podéis conocer más detalles y su presentación en este documento (Pdf) ha determinado hasta el momento que existe una serie de factores, como el cambio climático y la globalización del mercado, responsables del aumento de esta enfermedad en los países de la UE. Se apunta que es necesario llevar a cabo más investigaciones para elaborar un marco con materiales y estándares de referencia, un registro estadístico sobre la contaminación de los peces por ciguatoxina, etc., esto indica que, aunque el proyecto de investigación finalice el año que viene, es muy probable que se amplíe con un nuevo programa de investigaciones.

Se calcula que esta intoxicación alimentaria puede afectar hasta a medio millón de personas al año, sin embargo, se considera que sólo se registran un 20% de los casos, por lo que los expertos consideran que sólo se puede apreciar la punta del iceberg, ya que la mayoría de personas que sufren una intoxicación alimentaria por ciguatera no acuden al médico. Los expertos comentan que esta enfermedad se está convirtiendo en un riesgo creciente para los países europeos, de ahí que se dé tanta importancia al Proyecto EuroCigua.

Como en el caso del metilmercurio (mercurio en el pescado), los peces que se encuentran en lo alto de la cadena alimentaria, son los que tienen mayor concentración de ciguatoxina, sin embargo, en estudios recientes realizados en la Polinesia Francesa y Hawai, se determina una carencia general de relación entre el tamaño de los peces y la toxicidad de la ciguatera para muchas especies y familias de peces, lo que sugiere que el tamaño por sí solo no es un predictivo de la toxicidad, al menos en esas dos regiones.

EuroCigua trabaja en la actualidad en recolectar microalgas del medio ambiente y en la recolección de peces del Mediterráneo occidental, las Islas Baleares, Creta y Grecia, un área que también es de interés son las Islas Salvajes, archipiélago portugués formado por tres islas principales y varios islotes localizado en el Atlántico septentrional, ya que varios brotes se han asociado a pescado capturado cerca de estas islas. Estaremos atentos a la investigación que se está realizando sobre el tema, de momento, podéis conocer más detalles de la ciguatoxina, la lista de peces que pueden contener la toxina, los descubrimientos realizados, etc., a través de la página oficial de la AESAN.

Foto 2 | Zoea Mallorca

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