Recientemente hemos conocido un informe del Eurobarómetro sobre seguridad alimentaria en la UE, que ha sido solicitado por la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) para saber qué opinan los europeos sobre la seguridad de los alimentos. El estudio se ha llevado a cabo en los 27 Estados miembros y se han realizado más de 26.000 entrevistas. Según los resultados, la mayoría de los europeos están interesados en este tema y confían en la seguridad de los alimentos que consumen, aunque persisten las preocupaciones relacionadas con temas como la presencia de pesticidas, aditivos y microplásticos en los alimentos.
Según el informe, hay un interés creciente por la seguridad de los productos alimenticios, ya que el 72% de los ciudadanos de la Unión Europea afirman estar personalmente interesados en este tema, aunque hay que decir que el interés varía según el país. Por ejemplo, en Grecia el nivel es muy elevado, manifiestan esa preocupación el 98% de los ciudadanos, en Chipre el 95% y en Finlandia el 88%. En el lado contrario se encuentran países como Polonia y la República Checa, donde el interés por la seguridad de los alimentos apenas llega al 40% y el 46% respectivamente.
El Eurobarómetro sobre seguridad alimentaria determina que el perfil de las personas que más se interesan incluye a las mujeres con un 77% frente al 68% de los hombres, quienes tienen un mayor nivel educativo y los que tienden a confiar en las instituciones comunitarias. Por el contrario, los jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y 24 años delatan tener un menor grado de implicación, con un resultado del 63%.
Qué influye en las decisiones de compra de alimentos
A la hora de elegir qué productos comprar, el análisis muestra que el precio sigue siendo el factor determinante en un 60% de los encuestados, seguido del sabor con un 51%, y la seguridad alimentaria con un 46%. Estos resultados reflejan los problemas económicos que se sufren en muchos hogares europeos, en países como Letonia, República Checa y Chipre, tres de cada cuatro consumidores prestan atención al precio de los alimentos por encima de todo.
Por el contrario, en Italia y Rumanía la seguridad alimentaria aparece como la máxima prioridad, y en países como Eslovenia, Luxemburgo y Países Bajos, el origen o el contenido nutricional de los productos alimenticios es lo que gana relevancia.
De qué se preocupan los europeos cuando piensan en seguridad alimentaria
Los temas que más preocupan a los ciudadanos comunitarios según las encuestas son los residuos de pesticidas presentes en los alimentos con un 39%, los residuos de antibióticos, hormonas o esteroides en la carne con un 36%, y los aditivos como los colorantes o los conservantes con un 35%.
El informe también destaca un notable aumento en la inquietud que tienen los consumidores por la presencia de microplásticos y nanoplásticos en los alimentos, causando preocupación actualmente al 33% de los consumidores europeos, cuatro puntos más que en el año 2022. En países como Finlandia o Dinamarca más de la mitad de los encuestados señalan este problema como su principal temor. De forma espontánea, muchos de los encuestados también mencionan los contaminantes químicos (28%), la frescura de los productos alimenticios (14%) y la subida de los precios de los productos alimenticios (12%), como riesgos vinculados a la alimentación, es decir, cuestiones que afectan al acceso a una alimentación segura y de calidad.
Dieta saludable y seguridad alimentaria
El Eurobarómetro destaca un equilibrio interesante, y es que cuatro de cada diez europeos dicen estar igual de preocupados por llevar una dieta sana, que por los riesgos alimentarios. Un 34% de los encuestados se centra más en la salud de la dieta, mientras que un 23% prioriza los riesgos de seguridad en la alimentación. En cuanto a hábitos de consumo, la mayoría de los participantes (53%) cree que lo más importante para una alimentación saludable es consumir más frutas y verduras, reducir el azúcar (45%) y disminuir las grasas (42%).
Sobre dónde se informan los ciudadanos, el estudio destaca que para un 55% de los encuestados la televisión sigue siendo la principal fuente de información sobre los riesgos alimentarios, pero hay que decir que ha perdido terreno en comparación con los datos del año 2022, cuando se alcanzaba el 61%. Cada vez más personas recurren a las redes sociales y los blogs, que han pasado del 25% al 29%, los motores de búsqueda de internet acaparan un 38% y las conversaciones con familiares, amigos, etc., acaparan un destacado 42%. Hablando de la televisión, el Eurobarómetro apunta que la edad marca diferencias, ya que los mayores confían más en la televisión, mientras que los jóvenes prefieren las redes sociales y los recursos online.
El nivel de confianza de los consumidores europeos en las fuentes de información es destacado, médicos y especialistas son los más fiables con un 90%, le siguen los científicos de las instituciones públicas con un 84%, las organizaciones de consumidores con un 82% y los agricultores con un 82%. La confianza en las autoridades nacionales acapara un 70%, porcentaje que se reduce al 69% en el caso de las instituciones de la UE (69%), aunque hay que decir que se ha incrementado desde el año 2022.
Algunos consumidores no prestan atención a la seguridad alimentaria
Un 41% de los europeos manifiesta no preocuparse por la seguridad alimentaria porque dan por hecho que los alimentos a la venta son seguros, un 30% considera que ya sabe lo suficiente para evitar riesgos, y un 27% critica que la información disponible es demasiado técnica o difícil de entender.
Sobre las reacciones ante los incidentes y alertas alimentarias, los datos revelan que casi ocho de cada diez ciudadanos (78%) afirman que cambiarían su forma de preparar o consumir los alimentos si se informara acerca de un brote de intoxicación. Entre los que no modificarían su comportamiento, muchos confirman que ya cocinan siguiendo las recomendaciones o consideran que siempre hay algún riesgo imposible de evitar.
El Eurobarómetro 2025 sobre seguridad alimentaria deja constancia de que los europeos confían en el sistema de control de la UE, pero muestran preocupación por temas concretos como los pesticidas, los aditivos y los microplásticos. La EFSA y otros organismos europeos afrontan el reto de seguir comunicando de forma clara y accesible que la seguridad alimentaria en la UE está garantizada (en este sentido merece la pena retomar la lectura del post Estrategia 2027 de la EFSA para garantizar la seguridad alimentaria en la Unión Europea) pero también, que los consumidores tienen un papel clave con los hábitos responsables en su vida cotidiana.
Podéis conocer todos los detalles del informe a través de este documento (Pdf) publicado en la página de la EFSA.