Tecnología que recrea electrónicamente el gusto de los alimentos

En los últimos años se ha hablado de crear dispositivos que fueran capaces de compartir sabores de alimentos a través de la red, hasta el momento eran sistemas complejos de difícil aplicación, basados en la combinación de sustancias químicas realizadas por un ordenador. Sin embargo, hoy conocemos el desarrollo de una nueva tecnología que recrea el sabor de la comida de forma electrónica, y que nos permitiría, en un futuro no muy lejano, poder apreciar el sabor que tiene una receta de cocina a través de internet. Con el nuevo dispositivo electrónico en desarrollo, podríamos ver un programa de cocina desde el ordenador y probar la receta que ha preparado el cocinero.

La nueva tecnología que recrea electrónicamente el gusto de los alimentos utiliza una serie de electrodos capaces de estimular las papilas gustativas de la lengua para reproducir los sabores dulce, amargo, salado y agrio. Para acentuar los sabores y lograr una experiencia más real, también se utilizan cambios sutiles de temperatura que facilitan modular la intensidad mejorando la experiencia del sabor. Como decíamos, el sistema se está desarrollando para que los espectadores puedan tener una idea de a qué sabe la comida que está preparando el cocinero de su programa de cocina favorito.

El grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Singapur explica que el sistema podría ser utilizado a través de internet entre programas culinarios y usuarios, a través de la televisión, en juegos de cocina informáticos y suponemos que también se podría adaptar a videoconsolas y otros dispositivos. Los expertos están trabajando en el desarrollo y ampliación de una paleta digital de sabores con la que trabajaría el sensor, mediante estimulación eléctrica y térmica, se recrea en la punta de la lengua las sensaciones gustativas primarias. Es un método no invasivo y como podéis ver en el vídeo, basta con colocar el dispositivo en la punta de la lengua para poder apreciar el sabor.

Como explicábamos al principio, los trabajos que se han realizado con sustancias químicas requerían dotar al ordenador de unos depósitos de productos químicos, sus combinaciones crearían los sabores, pero es un sistema más complejo que además a obliga tener que reponer estos productos cada cierto tiempo. Con este nuevo sistema de sabor electrónico se simplifica el proceso y parece ser que la experiencia es positiva, se podrán enviar digitalmente los sabores sin que sean necesarios interfaces químicos caros, poco prácticos, lentos y con complicaciones para poder utilizarlos en interacciones digitales.

Ante tanto problema, era lógico trabajar en un sistema que no fuera químico para lograr transmitir sabores digitales que fueran fácilmente apreciados a través de la sensación del gusto. Evidentemente, la tecnología está en pañales y queda todavía bastante trabajo por realizar, los investigadores explican que tienen que ser capaces de poder reproducir otros sabores como el umami e incluso el sabor de la grasa. Al respecto os recomendamos leer este estudio en el que nos hablan de los receptores de la sensibilidad oral a la grasa.

Pero para que funcione correctamente el sensor y la experiencia sea lo más cercana a la realidad, hay que trabajar con otros parámetros, como ya sabemos, todo influye en el sabor de los alimentos. Olor y textura son otros dos parámetros muy importantes en esta experiencia del sabor digital, en el primer caso es un factor determinante para recrear la sensación y percepción de los sabores, otro parámetro a tener en cuenta es el color, este también influye a la hora de determinar a qué sabe la comida. Al respecto, es interesante retomar la lectura del post El color del envase alimentario convence a los consumidores. Los investigadores de la Universidad de Singapur explican que el color rojo puede hacer que un alimento sea percibido un 12% más dulce, por tanto, en el desarrollo del nuevo dispositivo de sabores electrónico se han de integrar otros parámetros para lograr una experiencia más completa, por ello se sigue trabajando para poder integrar otros factores determinantes en la apreciación del sabor.

Sobre las aplicaciones se explica que una persona diabética podría experimentar los sabores dulces sin riesgo a que cambien sus niveles de azúcar en sangre. Si se habla de un entorno de juego, se podría desarrollar un sistema de recompensas basado en las sensaciones gustativas, es decir, a cada nivel superado del juego se podría ofrecer como recompensa un determinado sabor. Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de la página oficial de la investigadora Nimesha Ranasinghe.

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