Se pide la prohibición de las promociones de productos de confitería en el Reino Unido

En mayo del año pasado, la organización Action on Sugar (AoS) solicitó al Gobierno del reino Unido que introdujera el impuesto del azúcar en chocolates y productos de confitería como una medida eficaz para lograr una reducción del contenido de azúcar en este tipo de productos, además de ser el mejor modo para acelerar el plan voluntario de reformulación y reducción de porciones puesto en marcha en la actualidad. La organización comentaba que el impuesto sería un buen revulsivo para forzar los cambios en el sector de la industria alimentaria, pero no recibió contestación del Gobierno del país.

Pues bien, ahora Action on Sugar pide la prohibición de las promociones de productos de confitería en el Reino Unido y vuelve a solicitar que se introduzca el mencionado impuesto. La organización comenta que las promociones confiteras con perjudiciales y están contribuyendo en las altas tasas de obesidad y enfermedades como la diabetes tipo 2 o la caries. Se pide a los minoristas que actúen de forma responsable y dejen a un lado los beneficios económicos a costa de la salud de los consumidores.

Las promociones denunciadas y puestas en marcha por cadenas de supermercados como Tesco, Asda, Morrisons o Waitrose, entre otros, fueron lanzadas en los dos últimos meses, se trata de productos a precios especialmente rebajados que se anuncian como ideales para compartir, pero lo cierto es que una buena parte de los adolescentes y jóvenes que las adquieren las consumen de forma individual. Son promociones que tienen, según AoS, el cometido de impulsar el consumo, algo que no es acorde al plan de reducción voluntaria, ni al objetivo de reducir el consumo de azúcar en la población.

Los responsables de Action on Sugar consideran necesario prohibir las promociones de chocolates y otros dulces, pero también consideran que es importante proporcionar incentivos a los minoristas y fabricantes para que promuevan nuevos productos con un contenido bajo en azúcar y calorías, ya que es un modo de ayudar a los consumidores a tomar decisiones más saludables para disfrutar de una dieta más equilibrada, aunque no aclaran de qué tipo de incentivos se trata.

La Federación de Alimentos y Bebidas del Reino Unido (FDF) ha respondido a la petición de Action on Sugar explicando que las promociones de venta no sólo hacen que los alimentos sean más asequibles para los consumidores, también permiten que las marcas puedan promover nuevos e innovadores productos, así como consolidar a los que ya están establecidos. La FDF argumenta, además, que cada vez se realizan menos promociones de productos que se consideran poco saludables por su alto contenido en azúcares, grasas o sal, siendo muy pocas las acciones que se emprenden con este tipo de productos.

Lo cierto es que si la idea es reformular los productos en favor de la salud de la población, este tipo de promociones (aunque sean pocas, supuestamente) no deberían tener cabida, la FDF pretende restar importancia a la denuncia que realiza Action on Sugar, como si se tratase de algo puntual. Sin embargo, las investigaciones realizadas muestran que la reducción de las promociones es poco significativa, comparando los datos del 2016 con los del 2015 sólo se aprecia una reducción del 2% (prácticamente nada), además, las promociones de productos poco saludables suelen ser mucho más atractivas en la reducción del precio que las promociones que se realizan con alimentos considerados saludables, por lo que la atención y captación de clientes es mucho mayor.

AoS advierte que la confitería es el segundo mayor contribuyente, después de los refrescos, en la ingesta de azúcar por la infancia, por ello, insiste en solicitar al Gobierno del país que introduzca un impuesto del 20% en chocolates y productos de confitería. Por supuesto, la industria se opone a introducir impuestos en los alimentos con el argumento de que no existen evidencias sustanciales de que sirvan de algo para hacer frente al problema del sobrepeso y la obesidad. Para rematar, argumenta que en vez de demonizar a estos productos o a otras categorías alimentarias, lo que habría que hacer es promover las dietas balanceadas.

Estas últimas palabras no casan con ese plan voluntario para reducir el contenido de azúcar en los productos, como ya hemos comentado en otras ocasiones, las acciones voluntarias sirven de poco y así se ha demostrado a lo largo de los años, una legislación sobre el contenido de azúcar y la obligación de reformular los productos alimentarios es la medida más efectiva. Podéis conocer más detalles de la noticia a través de este artículo publicado en la página oficial de AoS.

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