La nueva normativa del huevo en España: así cambian el etiquetado, los códigos y la trazabilidad

En 2024, la Comisión Europea introdujo una profunda actualización en las normas de comercialización de huevos, con implicaciones directas para el etiquetado, la trazabilidad, la sostenibilidad y la comunicación al consumidor. Estas modificaciones han sido recogidas en varios reglamentos comunitarios —entre ellos el Reglamento Delegado (UE) 2023/2464 y sus complementarios— y, en el caso de España, desarrolladas mediante el Real Decreto 1027/2024. La Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos (INPROVO) ha destacado el alcance de estas reformas, tanto desde el punto de vista técnico como informativo.

Uno de los ejes principales de esta revisión normativa es el cambio en la terminología asociada a los sistemas de cría de gallinas ponedoras, tal como se refleja en el etiquetado del envase del huevo. Aunque los códigos marcados en la cáscara 0, 1, 2 o 3 no se modifican, sí lo hacen las descripciones que los acompañan en los envases, con el objetivo de facilitar su comprensión al consumidor medio.

Hasta ahora, los huevos de código 2 eran descritos como “huevos de gallinas criadas en suelo”. A partir de ahora, pasarán a denominarse “huevos de gallinas sueltas en el gallinero”, expresión considerada más adecuada para reflejar que las aves viven en el interior del gallinero sin acceso al exterior, pero con libertad de movimiento dentro del recinto.

Por su parte, los huevos de código 3, procedentes de gallinas en jaulas, adoptan la denominación “huevos de gallinas criadas en jaulas acondicionadas”, dejando claro que se trata de los únicos sistemas de jaula permitidos en la Unión Europea, en contraste con las jaulas convencionales aún empleadas en algunos terceros países. Estas jaulas acondicionadas incluyen elementos de bienestar animal como nidos, perchas, material para escarbar y suficiente espacio vertical.

Se mantienen sin cambios las denominaciones de los huevos ecológicos (código 0) y camperos (código 1). Sin embargo, el conjunto de las nuevas definiciones ofrece una lectura más precisa de las condiciones reales en las que se produce el huevo.

Comparativa normativa del huevo: antes y después de 2024
Aspecto Antes de 2024 Desde 2024
Código 0 Huevos ecológicos Huevos ecológicos
Código 1 Huevos de gallinas camperas Huevos de gallinas camperas
Código 2 Huevos de gallinas criadas en suelo Huevos de gallinas sueltas en el gallinero
Código 3 Huevos de gallinas en jaulas Huevos de gallinas criadas en jaulas acondicionadas
Uso del parque en granjas camperas Solo para esparcimiento de gallinas Puede incluir instalaciones como paneles solares
Huevos aromatizados No claramente regulados Incluidos en la categoría A, con requisitos de calidad
Marcado en la cáscara En granja o centro de embalaje Prioritariamente en la granja de producción
Fecha de consumo preferente 21 días desde la puesta 28 días desde la puesta
Denominación “camperos” en confinamiento >16 semanas Perdida automáticamente Posibilidad de conservarla si se cumplen condiciones

Gallinas camperas: usos sostenibles del parque exterior

Una de las demandas históricas del sector campero ha sido la posibilidad de mantener la categoría de «camperos» en caso de que las gallinas deban permanecer en el interior más allá de las 16 semanas previstas por la normativa, debido a cuestiones sanitarias como brotes de gripe aviar. Con la nueva regulación, se contempla que la denominación pueda mantenerse en determinadas circunstancias, siempre que se justifique la situación y las condiciones de manejo se ajusten a lo establecido.

Otro aspecto innovador es que las granjas camperas podrán utilizar el terreno exterior destinado al esparcimiento de las gallinas para la instalación de paneles solares, siempre que exista aprobación previa del Estado miembro. Esta medida busca fomentar la sostenibilidad energética de las explotaciones, al tiempo que ofrece zonas de sombra adicionales para las aves, contribuyendo así a su bienestar.

Huevos aromatizados: reconocimiento oficial como categoría A

Los huevos aromatizados, a los que se añaden aromas como trufa o hierbas mediante métodos autorizados, ya estaban presentes en el mercado español, pero su clasificación legal no estaba claramente regulada. Con la actualización normativa, se integran de forma explícita dentro de la categoría A, que corresponde a los huevos frescos destinados directamente al consumidor. Esto significa que deben cumplir los mismos requisitos de frescura, calidad y seguridad alimentaria que los huevos convencionales.

Este reconocimiento dota de mayor seguridad jurídica a su comercialización y refuerza la protección del consumidor al estandarizar los criterios aplicables.

Marcado en origen y trazabilidad reforzada

Otro de los cambios técnicos relevantes es la obligatoriedad general de realizar el marcado del código de productor en la cáscara del huevo en la misma granja de producción. Antes, este marcado podía realizarse también en el primer centro de embalaje, dependiendo del país y del flujo logístico.

La nueva norma establece que el marcado debe hacerse en origen, salvo que las autoridades nacionales autoricen expresamente lo contrario. Esta medida refuerza la trazabilidad del producto desde su origen y facilita los controles oficiales, en línea con los objetivos del modelo agroalimentario europeo.

Ampliación del plazo de consumo preferente

Aunque no forma parte directa de los reglamentos de comercialización, cabe recordar que desde 2023 se amplió de 21 a 28 días el plazo máximo entre la puesta del huevo y su fecha de consumo preferente, tal como establece la modificación del Reglamento 853/2004. Esta ampliación responde al objetivo de reducir el desperdicio alimentario sin comprometer la seguridad del producto.

La fecha de consumo preferente ahora coincide con la fecha límite de venta, lo que simplifica la comunicación al consumidor y permite una gestión más eficiente del producto en el punto de venta.

La revisión de las normas de comercialización del huevo en la Unión Europea y su transposición a la legislación española marcan un avance significativo en términos de claridad, trazabilidad y sostenibilidad. Las nuevas denominaciones, el reconocimiento de prácticas innovadoras como la instalación de paneles solares y la inclusión de productos emergentes como los huevos aromatizados son muestra de un sector que evoluciona con las expectativas de los consumidores y los retos medioambientales.

El huevo, uno de los alimentos más consumidos y versátiles de la dieta europea, se presenta ahora bajo una regulación más ajustada a los valores actuales de transparencia, seguridad y bienestar animal.

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