Si la primera entrega de esta serie, El pan que nunca muere: Viaje a través de las migas, alma de la cocina rural española, te convenció de la importancia histórica de este plato, ahora toca bajar a la sartén.
Decir ‘migas’ es nombrar, en realidad, un vasto y delicioso mosaico de platos. Cambia el pan, cambia la grasa, cambian los acompañamientos y, de forma radical, cambia el paisaje alrededor de la sartén. Lo que se mantiene es la estructura central: cereal (pan o harina) + grasa + calor + tiempo.
Lo que te ofrecemos a continuación ya no es historia: es una guía práctica y geográfica. Un recorrido a medida para entender la riqueza de las migas al cruzar una sierra o llegar a la costa.
Aquí descubrirás el mapa que va de La Mancha al Mediterráneo, desglosando las migraciones del pan candeal, las gachasmigas de harina, los acompañamientos según el calendario (de matanza, de vendimia) y, lo más importante, una guía teórica (y llegará la práctica) para que consigas las migas perfectas en casa, con lo que tengas.
Como ya habíamos adelantado, este contenido es exclusivo para los suscriptores de pago de Gastronomía y Cía A Bocados. Lo que has leído hasta ahora es el prólogo de la travesía. Si quieres saber cómo se comen las migas en cada provincia, cómo evitar los errores técnicos más comunes y cómo lograr que ese plato humilde se convierta en una obra maestra en tu cocina, la respuesta está a un clic.
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