El Aguacate de Canarias obtiene la Indicación Geográfica Protegida (IGP)

El aguacate de Canarias ya cuenta con su propia Indicación Geográfica Protegida (IGP), un reconocimiento oficial que pone en valor el origen, la calidad y la singularidad de uno de los productos más emblemáticos del archipiélago. Este sello europeo distingue el fruto, pero también el trabajo de los agricultores canarios y las condiciones únicas del entorno que permiten obtener aguacates con un perfil organoléptico excepcional.

A continuación vamos a descubrir qué significa realmente este distintivo, qué variedades están protegidas bajo la nueva IGP “Aguacate de Canarias”, cuáles son sus principales características, qué lo diferencia del resto de producciones del mundo y cómo beneficia tanto al consumidor como al sector agroalimentario del archipiélago. También abordaremos por qué este reconocimiento europeo llega en un momento clave para el producto, que gana cada vez más protagonismo en las cocinas por su versatilidad, valor nutricional y por su calidad certificada.

Para empezar, vamos a repasar la información que el Consejo Regulador ofrece sobre cada una de las variedades de aguacates amparadas por esta Indicación Geográfica, que son: Hass, Fuerte, Orotava, Pinkerton, Reed y Carmen, empezando por sus características físicas:

La variedad de aguacate Hass tiene forma oval. Su piel es rugosa, presenta color verde oscuro y puede tomar tonos púrpura cuando madura. La piel se desprende con facilidad de la pulpa, que es amarilla y tiene textura cremosa. El peso del fruto es de 123 gramos como mínimo, y de 400 gramos como máximo.

La variedad de aguacate Fuerte tiene forma piriforme y piel lisa y fina de color verde claro mate, que va oscureciendo a medida que madura. La piel cede a una suave presión cuando el fruto está listo para su consumo. Su pulpa es amarillo verdosa, con textura suave y cremosa. El peso del fruto es de 170 gramos como mínimo, y de 500 gramos como máximo.

La variedad de aguacate Orotava tiene forma esférica y una piel dura muy rugosa de color morado a negro en su madurez. Su pulpa es amarillo verdosa, con textura suave. El peso del fruto es de 123 gramos como mínimo, y de 350 gramos como máximo.

La variedad de aguacate Pinkerton tiene forma de pera alargada y piel ligeramente rugosa de color verde también en la madurez. La piel se desprende con facilidad de la pulpa, que es verde pálido y tiene textura cremosa. El peso del fruto es de 170 gramos como mínimo, y de 500 gramos como máximo.

La variedad de aguacate Reed tiene forma esférica y una piel ligeramente rugosa y gruesa de color verde que pierde intensidad al madurar. Su piel se desprende fácilmente de la pulpa, que es de color verde pálido y tiene textura cremosa. El peso del fruto es de 170 gramos, como mínimo y de 600 gramos como máximo.

La variedad de aguacate Carmen tiene forma oval y una piel rugosa que se desprende con facilidad de la pulpa. Su color es verde oscuro, aunque puede tornar a color púrpura cuando madura. Su aspecto es muy similar al de la variedad Hass. Su pulpa es amarilla y tiene textura cremosa. El peso del fruto es de 123 gramos como mínimo, y de 400 gramos como máximo.

Características organolépticas del Aguacate de Canarias

El Aguacate de Canarias se distingue por una pulpa de textura excepcionalmente untuosa y cremosa, que se funde suavemente en el paladar. Su color varía según la variedad, oscilando entre tonos delicados de verde claro, amarillo y matices verdosos intermedios, siempre con un aspecto limpio y apetecible.

En boca, ofrece un sabor elegante y equilibrado, con ligeros matices herbáceos que evocan la frescura del entorno subtropical en el que se cultiva. A esto se suman marcadas notas a frutos secos, especialmente a avellana y nuez, que redondean un perfil organoléptico complejo, sabroso y persistente, ideal tanto para el consumo directo como para preparaciones culinarias de alta calidad.

Amparados por la IGP se encuentran los aguacates (Persea americana Mill.) producidos exclusivamente en las Islas Canarias y destinados al consumo en fresco. El vínculo del aguacate de Canarias con su entorno geográfico es incuestionable. El clima subtropical del archipiélago, moderado por los vientos alisios, permite una maduración lenta y progresiva, elevando el contenido de materia seca y grasas saludables del fruto. Por otro lado, los suelos volcánicos ofrecen un drenaje excelente y una riqueza mineral que repercute directamente en la calidad del producto.

Además, en muchas explotaciones canarias se siguen utilizando prácticas tradicionales como el acolchado orgánico con pinocha (hoja de pino canario), compost o estiércol, favoreciendo la retención de humedad, la biodiversidad microbiana y la sostenibilidad medioambiental. Esta técnica, heredada de generaciones de agricultores, subraya el compromiso de los productores con la gestión responsable de los recursos.

Todos los procesos de cultivo, recolección y clasificación del aguacate deben llevarse a cabo en la zona geográfica delimitada por la IGP. La maduración y el envasado, sin embargo, pueden realizarse fuera del archipiélago. El etiquetado, por su parte, debe incluir de forma visible el nombre “Aguacate de Canarias” junto con su logotipo oficial, en los colores Pantone 349 (verde), 2012 (naranja) y 396 (verde amarillento), sin posibilidad de reutilización del distintivo.

Aunque el aguacate se cultiva en las islas desde hace más de un siglo, fue a partir de los años 60 del siglo XX cuando su producción adquirió relevancia comercial, iniciándose las primeras exportaciones aprovechando el auge turístico. Su notoriedad fue tal que en 1969 el Ministerio de Agricultura editó materiales divulgativos centrados exclusivamente en el aguacate de Canarias.

Hoy, el aguacate forma parte inseparable de la identidad culinaria canaria. Protagoniza recetas tradicionales y también brilla en propuestas de alta cocina elaboradas por chefs reconocidos. Ferias como la del Aguacate de Mogán (Gran Canaria) o la Feria del Aguacate de Tenerife, así como su presencia en eventos internacionales como Fruit Attraction, Fruit Logistica o Madrid Fusión, consolidan su proyección nacional e internacional.

En definitiva, el Aguacate de Canarias, además de ser un alimento saludable y versátil, es un producto con historia, identidad y futuro. Su nuevo sello IGP es un paso más hacia la valorización de lo auténtico, lo local y lo excelente. ¿Vosotros también os alegráis por esta noticia?

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