Varias veces al año nos traen de Alicante, concretamente de Villajoyosa, chocolates Clavileño. En esta localidad de la Comunidad Valenciana se encuentra la fábrica Hermanos López Lloret donde se elaboran los chocolates Clavileño y donde también se puede visitar el Museo del chocolate.
Esta empresa inició su historia en 1880, se utilizaron distintas marcas para su identificación, Jaime (nombre del fundador), Pillín y Cristo de Villajos, pero en 1960 nació la marca que porta a día de hoy, Chocolates Clavileño. Como todos sabréis, Clavileño era el nombre del caballo de madera que aparece en la segunda parte de la novela de Miguel de Cervantes, El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.
A día de hoy, la elaboración de estos chocolates está en manos de la cuarta generación familiar, conservan todo el saber de los artesanos chocolateros y la innovación en la elaboración de una amplia gama de productos de un excelente cacao que se distribuye a nivel nacional en distintos establecimientos.
Los productos estrella de la marca Clavileño son el chocolate con almendra y el chocolate soluble en polvo, éste no lo hemos probado, pero el chocolate puro con almendras es una delicia que viene en una pastilla de 200 gramos. También somos consumidores de la cobertura de chocolate negro en tableta de 400 gramos para la elaboración de muchos postres que podéis ver en Gastronomía & Cía.
En la página web de chocolates Clavileño podéis conocer su historia, hacer una visita virtual al museo y descubrir cómo elaboran el chocolate, sean chocolates negros, chocolates con leche, chocolates sin azúcar, cacao en polvo u otros productos de cacao para repostería.
Se suma a la calidad de estos chocolates su buen precio, aunque no podemos concretar, las tabletas rondan los 2-3 euros, y como dato interesante para los celíacos, os dejamos el enlace de este foro en el que indican que el cacao en polvo de esta empresa está libre de gluten.
Si tenéis opción de probar estos chocolates, no lo dudéis, sobre todo si os gusta el chocolate negro con almendras, pero cuidado que engancha.