Impedir que los productos veganos usen nombres asociados a la carne viola los «derechos humanos fundamentales» de los veganos

A principios de abril podíamos saber que la Comisión de Agricultura del Parlamento de la Unión Europea propuso la prohibición del uso de términos cárnicos en los alimentos vegetales de la UE, asegurando que estos términos sólo podían ser utilizados en aquellos alimentos obtenidos de partes comestibles de los animales. Esta propuesta se votará, en principio, después de las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán el próximo 26 de mayo.

Pues bien, sobre esta cuestión se ha pronunciado la Vegan Society, una organización sin ánimo de lucro considerada la sociedad vegana más antigua del mundo. Esta organización comenta que impedir que los productos veganos usen nombres asociados a la carne, viola los «derechos humanos fundamentales» de los veganos establecidos por la Unión Europea. Así se explica en una carta enviada por la Vegan Society a los legisladores europeos, destacando que con la medida propuesta se viola el derecho de los ciudadanos comunitarios a ser informados y negando a quienes buscan opciones alternativas a la carne, los beneficios que ofrece la ley comunitaria sobre el etiquetado claro y transparente.

Recordemos que los miembros de la comisión de agricultura sugerían algunos cambios como el de sustituir “hamburguesa” por “disco vegetariano”, o utilizar descriptivas como lonchas de seitán, rodajas de soja, etc., algo que no ha gustado a esta ni otras sociedades veganas. La Vegan Society argumenta en ese documento de 14 páginas enviado a los legisladores comunitarios, que las medidas propuestas no alcanzan el umbral requerido para su aplicación, ya que la normativa europea especifica que cualquier limitación de los derechos fundamentales debe respetar el principio de proporcionalidad y cumplir con los objetivos de interés general.

Esta sociedad comenta, además, que la propuesta realizada por la Comisión de Agricultura del Parlamento provocaría cargas administrativas excesivas en diferentes entidades públicas, para ello ha incluido más de 100 ejemplos de alimentos basados en materias primas vegetales que se utilizan tanto en el sector público como en el privado, demostrando que muchas instituciones se verían afectadas. La Vegan Society recuerda que las autoridades públicas están obligadas a proporcionar alimentos de origen vegetal a los veganos, ya que el veganismo es una creencia filosófica protegida en virtud de la Ley de Igualdad del año 2010. Se insiste en el documento que la propuesta realizada no se alinea con la política comunitaria sobre diversidad, es una propuesta irrazonable y costosa que debería ser subestimada.

Según la legislación comunitaria sobre el etiquetado de los alimentos, la información alimentaria debe permitir a los consumidores identificar los productos alimenticios para poder realizar un uso adecuado de ellos. El uso de términos habituales en la industria cárnica ayudan a informar al consumidor de cómo se pueden cocinar y utilizar los alimentos de origen vegetal, así lo ha comentado Jeanette Rowley, defensora de los derechos veganos en esta sociedad. Por supuesto, hay quien no está de acuerdo con estas afirmaciones, la Asociación Británica de Procesadores de Carne (BMPA), la misma que elaboró un informe en el que se concluye que los nitritos de los productos cárnicos curados no protegen contra el botulismo, argumenta que el uso de nombres y términos propios del sector cárnico para describir productos de origen vegetal podría ser engañoso para los consumidores.

El caso es que existe temor de que la propuesta se apruebe, considerándose que se trata de una estrategia a la desesperada del lobby del sector cárnico a fin de poder frenar y restringir el creciente mercado de los alimentos basados en materias primas vegetales. Lo cierto es que es lógico que el sector de la carne esté preocupado ante la creciente tendencia de consumo de comida vegana y vegetariana en toda Europa, sobre todo si, además, grandes compañías se suman a esta tendencia que a la larga afecta irremediablemente a su negocio.

Sobre las propuestas realizadas en cuanto a la terminología que se podría adoptar, la Vegan Society comenta que no permiten un etiquetado claro de los alimentos según la legislación comunitaria, ya que estos términos no describen o facilitan la interpretación, ni facilitan la percepción del producto alimenticio en cuestión. A la carta envida que podéis leer en este Pdf, la UE tiene 21 días para responder, dependiendo de la respuesta, la Vegan Society actuará en consecuencia.

Foto 1 | Vegan Tagein Tagaus

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