Ejemplos de etiquetado incorrecto del pescado que nos invitan a no comprar el producto

A principios de mes hablábamos de esta campaña puesta en marcha por Greenpeace, “Mira la etiqueta para elegir pescado responsable con los océanos”, una campaña que tiene dos objetivos, por un lado solicitar la implementación correcta del etiquetado europeo en los productos pesqueros, en cumplimiento con el reglamento que entró en vigor hace un par de años, y por otro, informar a los consumidores para que vean los errores y tomen decisiones informadas a la hora de comprar el pescado.

Greenpeace mostraba una infografía con tres ejemplos de etiquetado incorrecto, pero para reforzar la información proporcionada, nada mejor que salir al mercado y recopilar ejemplos de etiquetado incorrecto del pescado, ejemplos reales que dan más valor a la campaña y que invitan a no comprar el producto. Estos ejemplos reales han sido recopilados en pescaderías, supermercados, etc.

En la fotografía que encabeza el post podéis ver una merluza de pincho gallega que se anuncia como oferta del fin de semana con un buen descuento, su precio original es de 9’97 euros/kilo, pero se rebaja a 6’99 euros/kilo, ofreciendo un ahorro de tres euros. Llama la atención el gran cartel que anuncia la oferta, pero se trata de un cartel con información incorrecta. El mismo producto incluye otro cartel más pequeñito que puede pasar por alto al fijarnos en el que aparece como principal y en grande. La merluza no es gallega, ya que según reza en el cartel pequeño con la información correcta, se ha capturado en el Suroeste de Irlanda del Este, ¿será una nueva región que ahora forma parte de Galicia? Quejarse es un modo de obligar a que se cumpla la legislación evitando que se engañe al consumidor de forma intencionada o por equivocación.

El segundo ejemplo es un bacalao en filetes que se comercializa a 9’98 euros el kilo. La información de la etiqueta es importante para quienes quieren realizar compras sostenibles como un modo de proteger los océanos. Recordemos que las personas que consumen pescado habitualmente, prefieren que sea sostenible, al menos así se desprendía de los datos obtenidos en una encuesta independiente que analizó los hábitos de consumo de los productos pesqueros de España, Italia y Grecia.

Pues bien, en esta etiqueta se puede leer que el bacalao fue pescado con redes de arrastre, se trata de un arte de pesca nada sostenible, pues con ella se capturan todo tipo de especies marinas generando descartes y destrozando los fondos marinos, lo que provoca graves daños al hábitat. La información sobre el lugar de captura es muy genérica, informa que ha sido pescado en el Atlántico Noroeste, es decir, desde el Norte de nuestro país, hasta casi Islandia, lo correcto habría sido definir de forma más concreta el lugar. Otro apunte, el bacalao se expone en la zona de pescado fresco, pero en el cartel reza que se trata de un producto descongelado, esto es algo muy habitual en las pescaderías de muchos supermercados y que puede inducir a error.

En la tercera fotografía vemos un paquete con puntillas o crías de calamar, también denominadas puntillitas o chopitos. De nuevo nos encontramos con un producto que se ha capturado utilizando artes pesqueras poco sostenibles como el arrastre, la información del etiquetado es completa, detallando que las puntillas se han pescado en el Pacífico. El responsable de la fotografía comenta que imaginó que el producto procedía de Andalucía al ver la bolsa, pero sin fijarse bien y sin leer, ya que aparece la ‘Puntilla a la andaluza’ como receta de cocina sugerida para el producto.

En nuestra opinión, esto no se puede considerar un error o una información que tiene el cometido de confundir al consumidor, ya que la sugerencia de la receta está bien definida y separada de la información de procedencia, especie, tipo de arte pesquera utilizada, etc. Pero entendemos que haya personas que relacionen la recomendación de consumo con el origen del producto

Si accedéis a este artículo de Greenpeace encontraréis algunos ejemplos más, latas de atún, productos congelados, etc. Merece la pena tener en cuenta los consejos que nos proporciona la guía de compra de pescado sostenible, un recurso que podéis consultar aquí, y que ayudará a realizar un consumo responsable y sostenible de los productos marinos.

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