Los supermercados del Reino Unido engañan a sus clientes

El Departamento de Competencia y Mercados del Reino Unido, organismo encargado de fortalecer la competencia empresarial y prevenir las actividades contrarias a la competencia, ha recibido una denuncia realizada por Which, organización que desde hace 50 años vela y protege los intereses y derechos de los consumidores. Esta organización trabaja revisando los productos que comercializa la industria y ofrece asesoramiento sobre una gran cantidad de temas. Se denuncia que los supermercados del Reino Unido engañan a sus clientes confundiéndoles con tácticas que exageran los descuentos que ofrecen en los productos alimenticios y manipulando a los consumidores.

Según Which, un 40% de los alimentos que se comercializan en los supermercados del país se ofrecen con promociones supuestamente especiales, pero en realidad los consumidores podrían estar perdiendo millones de libras por las promociones y ofertas engañosas. Por esta razón la CMA va a llevar a cabo una investigación en tres áreas que preocupan, las ofertas especiales confusas y engañosas, la reducción del tamaño de los productos sin que se reduzca el precio, y la ausencia de precios por unidad que permita realizar comparativas con los precios de los productos que se ofrecen por packs.

Los supermercados están haciendo creer a los consumidores que están ahorrando en sus compras cuando en realidad están gastando más dinero del necesario, se considera que si estos consumidores hubieran conocido la información que se ha obviado, no habrían comprado los productos. En este conjunto de prácticas desleales están involucradas muchas cadenas minoristas y se citan ejemplos sobre ellas.

Multi-compra, a mayor cantidad de producto mayor es el ahorro, es decir, si compras un pack de tres unidades pagas más dinero pero el precio por unidad resulta más económico. Sin embargo, el ahorro no es el esperado, puede ser menor, inexistente e incluso resultar más caro que si se compra el producto por unidad. En este caso se recurre al aumento del precio por unidad sin motivo aparente, un producto cuyo precio era 2 euros pasa a costar 2’50 euros, después se ofrece el pack de tres con un supuesto ahorro en el que cada producto tiene un coste de 2 euros. ¿Dónde está el ahorro? Con esta táctica se logra aumentar el número de ventas y los consumidores pagan lo que valía el producto por unidad.

Ofertas de temporada o tiempo limitado, comercializar un producto como oferta especial durante un corto periodo de tiempo, por ejemplo 10 días a un precio de 7 euros, posteriormente el mismo producto se vuelve a presentarr en oferta en un periodo más amplio de tiempo a un precio más económico, por ejemplo 5 euros (en realidad era el suyo original). De este modo, con la limitación de tiempo y la publicidad aludiendo a oferta limitada, se provoca el incremento de ventas y por tanto de ganancias.

Tamaños de los envases, se realiza una reducción del tamaño del paquete sin la reducción de precio correspondiente. Un pack de cuatro latas del producto que sea pero de un tamaño mayor es más barato que un pack de seis latas de menor tamaño sin que se respete la proporcionalidad o reducción de producto que se comercializa. Por supuesto, se anuncia como promoción especial con un descuento interesante.

Estos son sólo algunos ejemplos, pero hay muchos más, a pesar de que se pide que los minoristas eviten este tipo de actuaciones, estas ofertas dudosas permanecen en las estanterías de los supermercados y los consumidores creen que están obteniendo una ganga sin saber si realmente se puede considerar como tal.

Hace unas semanas hablábamos sobre la venta de alimentos a granel en Carrefour, concretamente del jamón, en la exposición se mostraban diferentes medidas de peso, por kilo, por cuarto de kilo, por 150 gramos… con ello se lograba una homogeneidad de los precios y se evitaba que los jamones más caros destacaran por su elevado precio. Pero esto provocaba confusión, ya que los consumidores estamos acostumbrados al precio por kilo y más de una persona adquiría un determinado jamón sin ser realmente consciente de lo que costaba el kilo.

Nosotros denunciamos el hecho a través del blog, indicando que según la ordenanza del Comercio Minorista de la Alimentación, en la venta fraccionada de alimentos los productos deben estar expuestos para la venta con rótulos o carteles que sean perfectamente legibles, la información sobre el precio debe tener en cuenta la normativa vigente sobre la unidad de medida que corresponda según el alimento, sea kilogramos, pieza, litro o docena. Por fortuna Carrefour rectificó en esta cuestión, pero seguimos encontrando mucha información que acompaña a los productos que induce a error o que se podría considerar fraudulenta, y no sólo de Carrefour, también en otros supermercados y centros de distribución.

Volviendo a la noticia en cuestión, Which quiere poner fin a estas prácticas y tácticas fraudulentas y obligar a que los minoristas comercialicen los productos a un precio justo en el que los consumidores puedan confiar. Hay que tener cuidado con aquellos productos cuyo precio varía con relativa frecuencia, hay que evitar las prisas a la hora de comprar, hay que tener cuidado con los productos que adquirimos y que supuestamente son más baratos, como sabemos, en ocasiones lo barato termina saliendo caro.

La CMA considerara la denuncia de Which y se publicará en un plazo de tres meses la respuesta a la denuncia realizada. Dependiendo de estos resultados se podría proceder recomendando que se mejore la calidad y accesibilidad de la información a los consumidores, alentar a las empresas del sector a que se autorregulen, realizar recomendaciones al Gobierno para que cambien la legislación y traten este tema, etc.

Este tipo de denuncias por prácticas desleales se acumulan desde hace años, pero parece que cada vez son más utilizadas, algo lógico teniendo en cuenta que no existe una legislación que acabe con ellas. España y otros países europeos no se libran de este tipo de estrategias, últimamente y con la crisis económica se han multiplicado las ofertas, el dos por uno, el tres por dos y la venta de formatos grandes a un coste supuestamente más económico, pero ocurre lo mismo que se ha denunciado en el Reino Unido.

Foto 1 | Astro1991
Foto 2 | Yisris

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