Las proteínas de alimentos cárnicos y de insectos son similares

Un estudio desarrollado por la Universidad de Wageningen concluye que las proteínas de alimentos cárnicos y de insectos son similares, este estudio se suma a otros trabajos cuya finalidad es poner en valor a los insectos como alimento para ser introducido en nuestra dieta. Hace un mes hablábamos de la investigación que se está llevando a cabo por expertos del Nordic Food Lab y la Universidad de Copenhague, con la finalidad de demostrar lo deliciosos que son los insectos, centrándose especialmente en las cualidades organolépticas y sus aplicaciones en la cocina.

Parece ser que Marcel Dicke, profesor en entomología de la mencionada universidad, se ha convertido en una de las figuras más relevantes en lo que respecta a la promoción de los insectos en la alimentación humana. Considera que son una alternativa nutritiva, muy saludable y más sostenible que la carne de animales, explica que son mucho más eficientes que cualquier animal en la conversión de los recursos vegetales en minerales y proteínas que son fáciles de digerir.

El experto argumenta que son demasiadas las ventajas del consumo de insectos como para obviarlas, en lo que respecta a la producción de carne de cerdo, pollos, vacas, etc. Explica que se necesitan grandes extensiones de terreno para poder cultivar el alimento que se proporciona al ganado, pero lo peor es que a medida que pasan los años, serán necesarios más recursos para poder satisfacer la demanda cárnica. Por otro lado destaca los problemas de salud asociados al excesivo consumo de carne, la posibilidad de desarrollar determinados tipos de cáncer, los problemas asociados a las enfermedades de los animales como la fiebre porcina, la gripe aviar, etc. Marcel Dicke es el autor de la publicación El libro de cocina de los insectos que se empezó a comercializar el año pasado en los Países Bajos, ahora prepara una versión en inglés cuyo lanzamiento está previsto para el año que viene.

En la investigación se ha examinado la composición proteica de cinco especies de insectos, escarabajos, cucarachas, saltamontes, gusanos y grillos, en el análisis se determinó que el contenido en aminoácidos esenciales era mayor que el aportado por otros alimentos para satisfacer las necesidades proteicas de un adulto. La proteína en crudo de los insectos se estableció en un rango de entre el 19 y el 22%, la proteína de la carne roja entre un 20 y un 24%, lo que muestra que el contenido proteínico de carne roja e insectos es similar. Los autores también han encontrado que los extractos de proteínas podían formar geles que serían potencialmente útiles para procesar las proteínas de los insectos en productos alimenticios como hamburguesas, salchichas… se hace una comparativa en el proceso de transformación de la proteína de soja como sustituto de la carne, recordemos por ejemplo las hamburguesas de soja.

En el estudio mencionado se ha llegado a la conclusión de que los insectos estudiados tienen un enorme potencial debido a sus niveles de proteína absolutos, la calidad de las proteínas y la capacidad de formar geles, a todo esto hay que añadir que se ensalzan las cualidades organolépticas, posiblemente los resultados del estudio citado al principio contribuyan a consolidar este aspecto. Durante los últimos años se ha hablado con más frecuencia de la introducción de los insectos en la alimentación, especialmente ante los problemas para garantizar el abastecimiento a los habitantes del planeta en las próximas décadas, al respecto es interesante retomar la lectura del post ¿La capacidad para producir alimentos está estancada?

Algunos expertos ven en los insectos una salida y una forma de poder alimentar a la humanidad, de todos modos existen varios problemas a solventar, como por ejemplo la seguridad microbiana que ofrecen los insectos, el uso de tecnologías de procesamiento y saneamiento, cambiar los hábitos de los consumidores, problemas legales y otras cuestiones que frenan significativamente la introducción de los insectos como alimento. Los expertos consideran que quizá el mayor reto es lograr que los consumidores acepten este alimento, de nada sirve solventar el resto de cuestiones si los consumidores prefieren disfrutar de un filete de carne roja a una hamburguesa elaborada con proteínas de insectos.

La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) ha promovido en varias ocasiones durante los últimos años esta alimentación alternativa, se ha argumentado que 2.000 millones de personas consumen insectos, siendo una fuente de alimentación esencial, curiosamente buena parte de estas personas viven en países desfavorecidos donde el hambre hace estragos. Otros expertos consideran que la seguridad alimentaria no depende de los insectos, quizá podrían ser una ayuda pero no solucionaría el problema de satisfacer las necesidades alimentarias para el año 2050.

Podéis conocer más detalles del estudio a través del artículo publicado en Science Direct. Por otro lado, os invitamos a ver el vídeo en el que Marcel Dicke nos habla de los insectos, su diversidad y abundancia, nada menos que 6 millones de especies frente a unos cientos de especies de mamíferos. El profesor nos explica que en términos de biomasa, por cada habitante del planeta existen entre 200 y 2.000 kilos de insectos, son muy abundantes y por ello está convencido de que este recurso se debe aprovechar. Terminando el vídeo podréis ver algunas de las recetas que se han preparado con insectos, la verdad, los elementos vegetales resultan mucho más apetecibles que los insectos.

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