Zézettes de Sète

Que no lleve a error a quien conozca el significado de zézette, las Zézettes de Sète son unas aromáticas y deliciosas galletas originarias de Sète, un municipio del departamento de Hérault, en la región de Languedoc-Rosellón, con una importante población italiana desde la segunda mitad del siglo XIX, por eso se conoce como la Venecia del Languedoc.

Las Zézettes de Sète con unas galletas tipo sablé (aunque en lugar de elaborarse con mantequilla se hacen con aceite), con una forma particular, y de ahí su nombre, pues el término zézette se aplica a los genitales externos femeninos. Podéis haceros una idea con las formas proporcionadas a estas galletas de Sète aquí por ejemplo.

Pero lo más habitual a día de hoy es encontrarlas con forma de colín o bastoncillo, o como las que hemos elaborado, algo más anchas y planas después del horneado, pues nos gusta hacer una masa húmeda que se expande con la cocción. El resultado son unas galletas muy aromáticas, ligeramente crujientes, azucaradas y tan fáciles de hacer que posiblemente, en cuanto leáis la receta vayáis a encender el horno.

No os hemos contado las características de estas galletas, de nuevo debemos decir que hay muchas variantes. En primer lugar, el líquido a utilizar para la masa es un vino, suele ser vino blanco, vino rosado o moscatel. Otra variante habitual en cuanto a la adición de más aromas, es el uso de agua de azahar o de esencia de vainilla (o azúcar vainillado, o vainilla natural). El resto de ingredientes son harina y aceite, por fin una galleta francesa sin mantequilla. Suele combinarse aceite de sabor neutro, como el de girasol, con aceite de oliva que aporte un poco de sabor fresco, floral, verde… todo dependerá del aceite utilizado.

Las Zézettes de Sète son marca registrada desde 1995, al parecer, la receta fue recuperada por Gaston Bentata a finales de 1970, pero vamos con la receta.

Ingredientes (40 uds. aprox.)

  • 90 gramos de vino blanco (o rosado, o moscatel)
  • 90 gramos de azúcar (más el necesario para rebozar las galletas)
  • 60 gramos de aceite de girasol
  • 30 gramos de aceite de oliva virgen extra
  • 15 gramos de agua de azahar (opcional, también se puede aromatizar con vainilla)
  • 240 gramos de harina de trigo
  • 4 gramos de levadura de repostería.

Elaboración

Pon en un cuenco el vino blanco, añade el azúcar y mezcla. Incorpora el aceite de girasol y el aceite de oliva, seguidamente añade el agua de azahar.

Tamiza la harina con la levadura e incorpórala al recipiente con todos los líquidos y empieza a mezclar con una espátula flexible, hasta que todos los ingredientes estén bien unidos y casi puedas formar una bola. Según la harina utilizada puede ser necesario poner un poco más de harina, la masa debe quedar compacta pero blanda y maleable.

Cubre la masa y déjala reposar durante media hora aproximadamente, para que la harina se hidrate bien y los sabores se vayan pronunciando.

Prepara dos bandejas de horno cubiertas con teflón, papel vegetal o silpat. Pon un plato con azúcar para ir rebozando las piezas que vayas formando. Toma porciones de la masa y forma bastoncitos (finos, pues después se engrosan en el horneado), rebózalos en el azúcar y pósalos en las bandejas dejando un poco de espacio entre ellos.

Mientras preparas las Zézettes de Sète, el horno estará precalentando a 180º C con calor arriba y abajo. Hornea las galletas de Sète durante 12-15 minutos, el tiempo puede variar según el tamaño y grosor que le hayas dado a las piezas. No deben dorarse mucho, al retirarlas del horno pueden estar algo tiernas pero al enfriarse se pondrán crujientes.

Cuando retires las Zézettes de Sète del horno, déjalas que se enfríen un poco antes de manipularlas, para a continuación pasarlas a una rejilla para que terminen de enfriar. Consérvalas en tu caja de galletas y disfrútalas con un café, un helado, una copa de moscatel, de vino espumoso… ¡Buen provecho!

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