Queso Quark

El Queso Quark debe su nombre a su origen alemán, significa cuajada y a su vez deriva de la palabra eslava Tvarog, que significa requesón. Este es un queso muy cremoso, a veces llamado queso batido, que se encuentra a caballo entre el yogur y el requesón por poner un ejemplo, aunque los más puristas no lo consideran queso.

El queso Quark puede estar elaborado con leche de vaca, de cabra, de oveja o de una mezcla y gracias a la adición de bacterias ácido-lácticas, y en ocasiones de cuajo, podemos disfrutar de un queso blanco, ligeramente ácido y con una consistencia diferente según dónde y cómo se elabora.

El queso Quark que nosotros conocemos tiene consistencia de yogur, mientras que en otros lugares donde su aplicación culinaria es mucho mayor, en Europa Central en general, puede presentarse granuloso o con la consistencia del queso fresco en forma de cuña.

Según el espesor que se desee lograr en este queso, se eliminará más o menos suero durante su elaboración. Por eso hay algunos quesos Quark más parecidos al requesón que en forma de disco o cuña se presenta consistente, con posibilidad de ser cortado o triturado con el tenedor.

Pero el Quark que normalmente compramos en tarrinas es más parecido a un yogur espeso, a la crema agria o a la crème fraîche, se conserva con parte de su suero y ofrece el mismo sabor ácido que combina muy bien tanto en elaboraciones dulces como en saladas.

Se conocen varias formas de elaborar el queso Quark en casa, a diferencia de la crème fraîche por ejemplo, que se elabora con nata, el queso Quark se hace a partir de la leche pasteurizada. Hay quien sólo aplica las bacterias ácido-lácticas (la forma más sencilla es utilizando un poco de yogur) y también hay quien le añade cuajo, disponible en farmacias.

También hemos encontrado recetas para elaborar queso Quark con leche y mantequilla, lo que además proporcionará el sabor de esta grasa al resultado final de este queso batido. Haremos la prueba de todos los métodos de elaboración para ver cuál da mejores resultados.

En cuanto a los valores nutritivos del queso Quark destacar que es rico en proteínas y calcio como otros productos lácteos y que además es bajo en grasas (aunque depende del fabricante), con una media del 20%.

Hacía tiempo que nos habíamos ‘descolgado’ del consumo de este queso, pero lo vamos a volver a incluir en nuestros platos con más asiduidad, uno de los más recientes fue el Kaki al horno, o las Magdalenas integrales de café, pero hay muchos más, empezando por una simple tostada con miel. La Tarta de queso sale riquísima con el queso Quark, y en los próximos días vamos a ver muchas otras aplicaciones culinarias para este ingrediente.

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