Salmón con certificación ASC, promesa de sostenibilidad que no convence

El salmón se ha consolidado como uno de los grandes protagonistas en la cocina contemporánea, valorado tanto por sus beneficios para la salud como por su sabor y su versatilidad. Hablando de las certificaciones del salmón, muchos consumidores perciben el sello ASC (Aquaculture Stewardship Council) como una garantía de que el salmón se ha producido de forma sostenible y responsable. Sin embargo, recientes investigaciones realizadas por la organización de consumidores Foodwatch, así como información que nosotros hemos compartido anteriormente, dejan claro que esas promesas pueden ser engañosas.

El salmón con certificación ASC es, a la vista de la información recabada, una promesa de sostenibilidad que no convence, tal y como ya explicábamos en el post La realidad del salmón de piscifactoría, un problema global que afecta al medio ambiente y a los consumidores. Pero ¿qué es el sello ASC? Se trata de una certificación internacional que, en teoría, certifica la acuicultura responsable. En los estándares de este sello se incluyen criterios sobre el impacto ambiental, el bienestar animal, la responsabilidad social y la trazabilidad, prometiendo a los consumidores una clara información sobre la ruta del producto desde la granja hasta la mesa.

Según Foodwatch, se trata de un sello sin trazabilidad real, esta organización ha analizado actualmente un total de 22 productos de salmón de supermercados alemanes que integraban la certificación ASC. Pues bien, sólo dos productos pudieron identificar con claridad su granja de origen, en muchos casos los fabricantes no respondieron a las preguntas de Foodwatch, o argumentaron que no podían dar la información por la protección de datos. Incluso dentro de una misma marca como MOWI, sólo se ofrecía trazabilidad en el producto más caro, mientras que el más económico no contaba con el código QR o la información requerida sobre la trazabilidad, incluso a pesar de llevar el sello ASC.

Esta situación evidencia que la transparencia que promete el sello no está garantizada para todos los productos, parece que únicamente es para los consumidores que adquieren los productos de salmón más caros. Recordemos que en su momento ya hablamos de los salmones de piscifactoría y los numerosos y serios problemas que tienen, un ejemplo lo vimos en el post “Los salmones de piscifactoría están obesos, deprimidos, sordos, sufren escoliosis y tienen piojos”. Estos peces sufren obesidad, su contenido en grasa es hasta tres veces mayor que el del salmón salvaje y la carne tiende a ser más pálida y con vetas de grasa más gruesas. Todos los salmones criados en cautividad sufren problemas de conducta anormales, descritos por los expertos como que están “deprimidos de forma crónica”.

Padecen sordera generalizada, entre el 50 % y el 95 % de los salmones de piscifactoría sufren pérdida de audición debido a deformaciones óseas del oído, que posiblemente han sido provocadas por el crecimiento forzado. Tienen escoliosis y piojos de mar, algo que les provoca fuertes lesiones y dolor crónico, por lo que se deteriora gravemente su bienestar. Todos los efectos citados están documentados y contrastan totalmente con la imagen idílica asociada a la acuicultura certificada.

¿Cómo se percibe en España la certificación ASC en el salmón?

En España, algunos supermercados como Carrefour, Alcampo, Lidl o El Corte Inglés, entre otros, comercializan productos de salmón con el sello ASC, certificación que muchos consumidores interpretan como un indicador ético de calidad. Sin embargo, uno de los problemas principales es el hecho de que el etiquetado rara vez incluye información detallada, como la procedencia de la granja o un QR con la información, por lo que el valor real de este sello se reduce notablemente.

El consumidor confía en una certificación que incluso desde un punto de vista científico y de bienestar animal, no está respaldada por unas prácticas y unas verificaciones claras. Sin un sistema regulatorio que sea sólido en nuestro país y que exija pruebas contundentes, la certificación ASC se convierte en una herramienta de marketing persuasivo sin valor. En España, el valor de esta certificación radica más en la percepción del consumidor que en pruebas reales de cumplimiento.

¿Por qué es vital conocer cómo se produce el salmón? Como ya hemos explicado anteriormente en Gastronomía y Cía, por la mortalidad masiva en las granjas, por ejemplo, en el año 2023 en Noruega, uno de los mayores productores de salmón de piscifactoría del mundo, registró la muerte de unos 100 millones de salmones en sus instalaciones acuícolas. También por el uso excesivo de antibióticos, podemos citar como ejemplo Chile, donde se utilizan estos fármacos hasta 5.700 veces más que en Noruega. Y por el escape masivo de salmones que están debilitados, que están alterados genéticamente o infectados y que amenazan al salmón salvaje, precisamente en Chile se escaparon 800.000 salmones tratados con altas dosis de antibióticos, una alimentación del salmón basada en harinas de pescado procedentes de regiones sometidas a sobrepesca. Y así un largo etcétera.

Aunque el sello ASC pretende certificar bajo criterios responsables, lamentablemente no garantiza evitar estos impactos en la mayoría de los productos de salmón disponibles en el mercado. Por ello, es necesario informarse y cuestionar el etiquetado, no asumiendo que un sello como el ASC garantiza la transparencia o el bienestar animal, es conveniente reducir el consumo de salmón de piscifactoría y especialmente si no se puede verificar su origen. Es preferible elegir pescados de temporada o producidos localmente que cuenten con una trazabilidad accesible, y exigir a las marcas y los supermercados mayor transparencia, si usan el sello ASC, deberían mostrar rutas verificables y datos concretos.

En definitiva, la certificación ASC fue concebida para cumplir con estándares exigentes de sostenibilidad, pero las investigaciones muestran que ni garantiza la trazabilidad ni el bienestar animal.

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