Las bolsas de plástico biodegradable cumplen con la legislación vigente para ser compostables, pero no garantizan que sean inocuas

Muchos de los que solemos salir de casa con un bolso o una mochila, nos hemos habituado a llevar siempre encima una bolsa de la compra plegada, por si acaso tenemos que comprar algo por el camino. Y es que nos lo han puesto muy fácil, un día de estos podemos hacer una sesión de fotos a todas las bolsas de la compra plegables que nos han regalado en distinto tipos de comercios, así como en ferias gastronómicas, al final, tenemos al menos una decena de bolsas de la compra reutilizables y fáciles de llevar siempre encima.

Y cada vez somos más conscientes del bien que hacemos llevándolas en el bolso y reutilizándolas cuando de camino a casa aprovechamos para comprar unas manzanas, el pan o incluso alguna prenda de ropa, y porque, de lo contrario nos van a ofrecer una bolsa de papel o de plástico reciclado o biodegradable, y estaremos volviendo a dar pasos atrás, o peor, dado que las bolsas biodegradables pueden ser más tóxicas que las de plástico convencional.

Así concluye un estudio preliminar realizado por el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) que se ha publicado en Science Direct. Su objetivo era realizar una comparativa entre los productos fabricados con materiales plásticos convencionales y los productos fabricados con plásticos biodegradables, los resultados muestran un alto nivel de toxicidad en las bolsas de plásticos compostables, que aumentan con la fotodegradación, es decir, con la incidencia de los rayos ultravioletas.

Los científicos del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua, del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos y de la plataforma Susplast del CSIC, realizaron una extracción de bolsas de plástico compostables, de bolsas de plástico convencional y de bolsas de plástico reciclado para analizar los compuestos tóxicos que podían liberarse al medioambiente.

Para evaluar la toxicidad se realizaron líneas celulares de pez cebra en tres situaciones distintas: a partir de las muestras de las bolsas, tras una simulación de fotodegradación (envejecimiento de las bolsas con rayos ultravioleta), y mediante los pequeños fragmentos de las bolsas que quedan al convertirse en abono o compost de calidad. Posteriormente se analizó el abono resultante del proceso de compostaje de las bolsas.

A los científicos les sorprendió que las células expuestas a las bolsas de plástico biodegradables mostraran rastros de toxicidad, al contrario que las bolsas de plástico convencional. Creen que esto es porque los fabricantes añaden aditivos químicos en la fabricación de bolsas biodegradables, que podrían ser especialmente tóxicos.

Ya sabréis que las bolsas de plástico biodegradable son las que encontramos actualmente en tiendas de frutas y verduras, así como en estas secciones (y en otras de compra a granel) de los supermercados. Que tengan el sello ‘OK compost’ sólo garantiza que cumplen con las características y la legislación vigente para ser compostables industrialmente, pero no que sean inocuas.

Pero, como comentábamos, es un estudio preliminar y es necesario realizar una investigación exhaustiva para descubrir si la toxicidad deriva de los aditivos utilizados durante el procesado del material, o de los fragmentos de los plásticos biodegradables que se producen durante el compostaje. Amparo López Rubio, investigadora del IATA-CSIC, concluye:

“Es necesario investigar exhaustivamente la migración y la ecotoxicidad de estos nuevos materiales y establecer un buen marco normativo, basado en la evidencia científica, que asegure la inocuidad de los mismos antes de que lleguen al mercado. Necesitamos una interacción abierta y transparente con las empresas que permita avanzar en el desarrollo de materiales que, además de ser más sostenibles, sean seguros”

Quizá, lo que más nos sorprende es que en el estudio no se hayan podido identificar los compuestos químicos concretos añadidos a las bolsas compostables porque hay muchos aditivos están protegidos por patentes. ¿Cómo es posible? Vamos a estar muy atentos para conocer cómo avanza esta investigación de la que podéis conocer todos los detalles en esta publicación del CSIC (Pdf) y en la web de Sience Direct.

Y volvemos a lo de antes, las bolsas reutilizables son las mejores tanto por su composición como por su larga vida útil, como concluíamos hace unos años en el post ‘Diferentes tipos de bolsas de plástico: Cuáles son las mejores’ (es una lectura muy interesante).

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