Cuando vamos a comprar un escritorio, un electrodoméstico, un colchón o cualquier otra cosa que se puede considerar una compra no recurrente, es más fácil realizar una búsqueda en distintos establecimientos y con distintas marcas para procurar comprar lo mejor al mejor precio. Pero cuando hablamos de la cesta de la compra, en una época en la que la oferta es excesivamente amplia, tanto en productos, como en marcas y en establecimientos disponibles, la cosa se complica.
De los cuatro yogures básicos de los que siempre hemos disfrutado, han pasado a multiplicarlos ¿por cien? Si queremos comprar un kilo de macarrones que estén bien de precio y que tengan sabor, no sólo textura de pasta, ¿cuántas marcas tenemos que probar antes? ¿Y en cuántos supermercados tenemos que mirar para comprar los mismos al mejor precio? Y qué decir de los productos frescos, también ha aumentado la oferta, pero en menor medida, y quizá, es donde encontramos mayor diferencia de precios entre un establecimiento y otro, y no sólo se deben contemplar supermercados.
Así que para hacer la compra de alimentos y productos de gran consumo, si queremos que sea eficiente en cuanto a la relación calidad-precio, tenemos que sacrificar algo, y es nuestro tiempo, porque primero hay que buscar y comparar, y una vez que se conocen los resultados, sabemos que para conseguirlo es necesario hacer ‘la ruta de la compra semanal’. No obviaremos que también hay productos alimenticios que porque nos gustan, o por capricho, vamos a comprarlos a un comercio específico.
Nosotros normalmente hacemos la ruta de la compra semanal los sábados, y prácticamente hay que dedicar toda la mañana, vamos a la panadería, a la frutería, al mercado municipal (para todos los frescos, quesos y embutidos), y supermercados. Nos consta, por nuestros amigos, la familia y por muchos de vosotros con los que hablamos, que vuestra compra semanal o incluso quincenal, también os lleva varias horas y tiene que estar organizada. Además, de que entre semana también hay que hacer algunas compras de productos frescos o de alimentos que se acaban.
Es un tema que nos afecta a todos, y volveremos a hablar sobre ello, pero todo esto ha empezado porque queríamos que vosotros mismos comprobéis si ‘La cesta que enamora’ que anunció hace unos días Eroski, es lo que prometía. Nos encantaría poder hacer una revisión de todos los precios, de los centenares de productos que han incluido en su cesta ‘económica’, creada para facilitar que los consumidores puedan realizar una compra que cubra las necesidades básicas, y compararlos con los precios de los mismos productos en otros supermercados, porque ya os contamos en este post que hay productos de marca propia y también de fabricante.
Pero no podemos realizar esta revisión y que resulte útil a todos, pues cada uno de vosotros sabe qué incluye en su cesta de la compra y qué supermercados tiene cerca para comparar el precio de Eroski (si es que lo tenéis en vuestra ciudad) con el de los demás. Nosotros hemos mirado algunos, como el atún, la leche, las fresas, las manzanas, los plátanos de Canarias, el salmón ahumado, la mantequilla e incluso los chips de patata, y los compramos igual o más baratos que en Eroski.
Por lo que si Carrefour decepcionó a todos los que esperaban que tuviera una iniciativa a secundar por el resto de supermercados e hipermercados (recordad que esta era su propuesta para facilitar a los consumidores llenar su despensa), nos da la sensación de que Eroski va a conseguir lo mismo. ¿Dónde está el ahorro? ¿Y la inversión de doce millones de euros que mencionó la directora comercial de Eroski para esta campaña? Si está siendo efectiva, deberíamos saber a qué precio vendían antes estos productos, o cuánto hubieran subido de no entrar en ‘La cesta que enamora’.
Os animamos a que accedáis a la web de Eroski, pulsando aquí podéis ver la lista de productos de ‘La Cesta que Enamora’ de Eroski, y contadnos qué veis, ¿es verdad que es más económica?