Bizcocho de almendra, trigo sarraceno y mandarina, receta de un bizcocho más rico que el mazapán

Si el clásico bizcocho de yogur está rico, imaginad como puede estar este bizcocho casero que lleva almendra y mandarina, además de una pequeña parte de harina de trigo sarraceno que resulta muy sabrosa y nutritiva. Pues está de lujo, efectivamente, y lo mejor de todo es que es tan fácil de hacer la receta de bizcocho más simple que conozcas. Así que si vas a encender el horno, no dejes de aprovechar para hacer nuestra receta de un bizcocho más rico que el mazapán.

Aunque no soléis pedirnos muchos cambios en las recetas porque no os gustan algunos ingredientes o porque no los podéis consumir (agradecemos cada mensaje que nos enviáis diciendo que probáis las recetas y, no sólo os salen bien, además os encantan, ¡mil gracias!), os contamos que este Bizcocho de almendra, trigo sarraceno y mandarina también lo podéis hacer con otra fruta de la que extraigáis su zumo natural (y con licor), y la harina de trigo sarraceno se puede sustituir por la normal, por harina de avena, harina sin gluten… La harina de almendra es la que conviene mantener y si utilizáis la de molienda fina, mejor, pero si es normal también vais a disfrutar de este bizcocho, tan jugoso y tierno, que repetís seguro.

Ingredientes (Molde de 20-22 cm.)

  • 4 huevos
  • 50 gramos de aceite de oliva virgen extra o de girasol
  • 150 gramos de zumo de mandarina recién exprimido
  • piel rallada de una mandarina
  • 250 gramos de harina de almendra fina
  • 100 gramos de harina de trigo sarraceno
  • 250 gramos de azúcar
  • 15 gramos de polvos de hornear
  • una pizca de sal
  • una pizca de mantequilla para el molde.

Elaboración

Enciende el horno a 180º C con calor arriba y abajo. Prepara el molde forrándolo con papel vegetal (en el caso de que sea un molde desmontable, y además, untándolo con un poco de mantequilla, especialmente los laterales. Espolvorea un poco de azúcar y de harina y repártela para que se adhiera a la mantequilla, desechando la sobrante, además de ayudar a desmoldar, aporta un toque tostado y caramelizado al bizcocho.

Casca los huevos y ponlos en un bol grande, bate con las varillas hasta que doblen su volumen, añade el aceite, el zumo de mandarina y la piel rallada y vuelve a batir.

Por otro lado, mezcla la harina de almendra de molienda fina, la harina de trigo sarraceno (también puede ser harina normal), el azúcar y los polvos de hornear. Finalmente añade una pizca de sal para potenciar sabores.

Mezcla los ingredientes húmedos y los secos poco a poco y con movimientos envolventes. Una vez bien mezclado, vierte la masa en el molde y deja reposar mientras el horno alcanza la temperatura.

En ese momento, introduce el molde en el horno y programa 40 minutos. Según el horno y el molde, el tiempo puede variar, en cualquier caso, cuando lleve 30 minutos prueba cómo está el bizcocho, puede que haya cogido mucho color pero no está hecho, lo verás pinchando con un palillo.

Para que no quede demasiado tostado, tapa con papel de aluminio, así se terminará de cocer el bizcocho y no cogerá más color. Retira el bizcocho del horno cuando esté hecho, el palillo con el que pinchas debe salir limpio. Entonces deja enfriar antes de desmoldar.

Acabado y presentación

Desmolda el bizcocho de almendra y mandarina y disponlo en un pie de tarta o bandeja, espolvorea con azúcar glas (opcional) y listo para servir. El resto ya lo sabes, lo vais a disfrutar. ¡Buen provecho!

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