Magdalenas caseras fáciles y deliciosas, la receta que siempre sale bien

Si las magdalenas son uno de vuestros dulces de repostería favoritos, tenéis que hacer esta receta que siempre sale bien, son unas magdalenas caseras muy fáciles de hacer y quedan deliciosas, esponjosas y tiernas, con el sabor de las magdalenas de siempre, tradicionales y artesanas y, además, se pueden hacer algunas variantes para sorprender a la familia en cada hornada. A nosotros nos gustan mucho las magdalenas con piñones, por eso los añadimos a menudo a nuestras magdalenas caseras.

Pero también se pueden añadir chips o gotas de chocolate, semillas de girasol o de calabaza… o nada, sólo el pegote de azúcar que queda exquisitamente crujiente después del horneado (en esta ocasión nos quedamos sin azúcar para ponerlo, lo gastamos todo en la masa, así que pusimos un poco de azúcar moscovado, pero no es lo mismo). Probadlas, tomad nota de nuestra receta de magdalenas caseras fáciles y deliciosas, y no las compraréis hechas nunca más.

Ingredientes (12 uds.)

  • 2 huevos L
  • 160 gramos de azúcar
  • 70 gramos de leche
  • 170 gramos de aceite de girasol
  • 200 gramos de harina floja
  • 6 gramos de polvos de hornear
  • extracto de vainilla
  • una pizca de sal.

Elaboración

Pon los huevos con el azúcar en un bol y bate con las varillas hasta que espumen y casi doblen su volumen. Incorpora a continuación el aceite de girasol y la leche y vuelve a batir para incorporar.

Tamiza la harina con los polvos de hornear y ve incorporándola a la preparación anterior con movimientos envolventes. Termina añadiendo el extracto de vainilla y la pizca de sal, mezcla bien y deja reposar la masa bien tapada media hora en el frigorífico. También se puede dejar reposar más horas e incluso hasta el día siguiente.

Calienta el horno a 230º C con calor arriba y abajo. Vierte la masa en las cápsulas de papel para magdalenas, conviene colocarlas en un molde rígido para magdalenas para que no se abran durante el horneado, y queden bien formadas y con su copete. Rellena tres cuartas partes del molde, porque la masa subirá en el horno.

Espolvorea un poco de azúcar sobre las magdalenas, más bien pon la punta de una cucharilla haciendo una montañita, para que después del horneado quede crujiente. También puedes poner unos piñones como hemos hecho nosotros, o almendra picada, chips de chocolate…

Cuando el horno esté a la temperatura indicada, introduce la bandeja en el horno con las magdalenas y baja la temperatura a 210º C. Programa 15 minutos. Pasado este tiempo, las magdalenas habrán subido y estarán doradas. Retíralas del horno y deja enfriar.

Acabado y presentación

Las magdalenas con piñones (y sin piñones) caseras están listas para desayunar o merendar, acompáñalas con lo que mas te guste y a disfrutar. ¡Buen provecho!

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