Crema de calabaza con aceite de shiitake, trufa negra y avellana tostada, una receta sencilla para comer de lujo

No queremos ser pesados con la freidora de aire, pero la calabaza que hemos utilizado para esta majestuosa crema la hemos cocinado en este aparato. Si os interesa saber cómo la hacemos, sólo tenéis que decirlo, pero como nos consta que no todos tenéis este pequeño electrodoméstico (aunque cada vez es más demandado), os damos la opción de cocinar la calabaza en el horno (también se puede hacer en el microondas, personalmente nos gusta mucho más que cocida en agua o al vapor, pues no se dora nada y da la sensación de que se diluye el sabor.

Y no penséis que es un detalle que carece de importancia en una receta en la que la calabaza se va a triturar, probadlo y veréis cómo mejora una crema o un puré de calabaza si está asada, como en esta receta de Crema de calabaza con aceite de shiitake, trufa negra y avellana tostada, es un entrante muy sencillo, aunque con ingredientes selectos, pero es de ese tipo de platos en los que se puede citar el ‘menos es más’, pues lleva lo que designa el plato, más algún condimento básico, como sal, pimienta…

Como nos habéis preguntado más de unas cuantas veces dónde se puede comprar trufa negra fresca, os facilitamos los datos de nuestro proveedor, Bons Bolets, que es de la zona del Maestrazgo (Castellón), y que es quien también nos ha sorprendido con este nuevo aceite de shiitake, aunque no debería sorprendernos después de haber probado su licor de shiitake, ¿lo recordáis? En caso negativo, podéis ver más detalles aquí. De todas formas, si queréis probar esta crema de calabaza, shiitake, trufa negra y avellana con lo que tenéis en la despensa, hacedla con un buen aceite de oliva virgen extra y aromatizada, por ejemplo, con polvo de setas, con un hilo de aceite de trufa… os va a encantar.

Ingredientes (4 comensales)

  • 700 gramos de calabaza asada
  • 500 gramos de caldo de verduras o de pollo
  • 40 gramos de aceite de shiitake
  • ½ c/p de pimienta blanca molida
  • ½ c/c de ajo en polvo
  • c/n de sal
  • 2 c/s de aceite de oliva virgen extra
  • 30 gramos de avellanas tostadas
  • 30 gramos de queso curado de oveja (Sardón)
  • c/n de trufa negra fresca (Tuber melanosporum).

Elaboración

Una vez que tengas la calabaza asada (aquí explicamos cómo hacerla en el horno), ponla en un bol o en el vaso del procesador de alimentos y añade el caldo caliente.

Adereza con el aceite de shiitake y las especias, pimienta blanca y ajo en polvo. Este último se puede sustituir por un diente de ajo asado, le da un buen toque de sabor.

Añade una pizca de sal, teniendo en cuenta que el caldo ya debe tener su punto de sal, y tritura hasta obtener una crema fina y homogénea.

Pica las avellanas tostadas groseramente, corta el queso curado en lascas con ayuda de un pelador de vegetales, y prepara el laminador de trufas y la trufa negra.

Acabado y presentación

Sirve en platos hondos la crema de calabaza y reparte las avellanas y el queso, lamina la trufa negra sobre ello y termina con un hilo de aceite de oliva virgen extra. ¡Buen provecho!

Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria

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