La Dieta Planetaria es demasiado cara para 1.600 millones de personas

A principios de año os hablábamos de la Dieta Planetaria, un estilo de alimentación que se considera ideal para la salud de la población y la del planeta, que fue propuesta por la Comisión EAT–Lancet, una iniciativa sobre nutrición liderada por la revista científica The Lancet y la organización EAT. Pues bien, hoy conocemos una investigación de la Escuela de Ciencia y Política de Nutrición de la Universidad de Tufts y el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI), que concluye que la Dieta Planetaria es demasiado cara para 1.600 millones de personas.

Los expertos comentan que a la hora de formular la dieta no se tuvo en cuenta su coste, siendo hasta un 64% más cara que una dieta resultante de la combinación de alimentos de menor precio que proporcionarían una dieta equilibrada con 20 nutrientes esenciales. Los investigadores comentan que la Dieta Planetaria tiene mayor cantidad de frutas, verduras y alimentos de origen animal que el mínimo requerido para la suficiencia de nutrientes. Además, las cantidades de alimentos establecidas en la dieta, son mayores que las que se consumen actualmente en los países en vías de desarrollo.

Los investigadores comentan que el coste medio de esta dieta global es de 2’84 dólares (unos 2’5 euros), lo que supone que los habitantes de los países de bajos ingresos deberían invertir el 89’1% del ingreso diario per cápita, porcentaje mayor que el establecido en varios países, que llega al 80%. En los países desarrollados la dieta supondría un gasto del 6’1% del ingreso diario per cápita, siendo menos de lo que suelen gastar los habitantes de estos países en alimentación.

Recordemos que la considerada dieta saludable y universal, está compuesta principalmente por frutas y verduras, legumbres, granos enteros, nueces y aceites insaturados, también se incluye un consumo reducido de pescado y marisco, de aves de corral y poca o ninguna carne roja y procesada, sin azúcares añadidos, granos refinados ni vegetales con almidón. Los investigadores comentan que las frutas, verduras y los alimentos de origen animal suelen ser más caros en una dieta saludable, pero, obviamente, el precio varía dependiendo del país, pudiendo ser prohibitivos especialmente en los países en vías de desarrollo.

En los cálculos realizados en el estudio se han tenido en cuenta los precios minoristas de productos alimenticios estandarizados que se han obtenido a través del Programa de Comparación Internacional, un proyecto estadístico a nivel mundial que recoge datos comparables del precio de una amplia variedad de productos, entre otras cuestiones. Este programa denominado ICP es el resultado de una colaboración entre el Banco Mundial y las agencias internacionales, nacionales, regionales y subregionales de estadísticas de cada país.

En la investigación se utilizó el precio de 744 productos alimenticios de 159 países, identificando la combinación de alimentos de menor coste de cada uno para poder cumplir con los criterios establecidos por la Comisión EAT–Lancet, posteriormente se llevó a cabo una operación similar sobre las necesidades nutricionales y se comparó el gasto de esos alimentos de cada país, para cotejarlo con los ingresos y gastos per cápita de los hogares de los países analizados, datos procedentes del sistema PovcalNet del Banco Mundial, herramienta computacional que se utiliza para estimar el alcance de la pobreza absoluta en el mundo, calcular las medidas de pobreza bajo diferentes supuestos, realizar predicciones y estimaciones utilizando agrupaciones de economías alternativas o de cualquier conjunto de economías individuales, etc.

Aunque se habla de casi 1.600 millones de personas que no podrían acceder a la dieta Planetaria, los expertos comentan que, en realidad, se trata de una cantidad conservadora, es decir, sería mucho mayor el número de personas que no podrían seguir la dieta recomendada, debido al precio de los alimentos. Aunque los consumidores pobres quisieran seguir una dieta más saludable y ambientalmente sostenible, los precios y los reducidos ingresos, les impedirían poder seguirla. Sería necesario realizar muchos cambios para que la dieta Planetaria fuera accesible para todo el mundo, algo que se puede considerar imposible.

Los investigadores comentan que el estudio tiene limitaciones, como que sólo se han tenido en cuenta los alimentos más económicos de cada país, por lo que sería necesario realizar nuevos estudios para determinar otros gastos adicionales, impedimentos como la temporalidad de los productos, los gustos y preferencias, etc. Otro dato a tener en cuenta es que se utilizaron los precios del año 2011 del sistema PovcalNet, seguramente, si se utilizaran los precios actuales, la dieta sería todavía más prohibitiva.

Por cierto, sobre el problema de la desnutrición y el hambre, este estudio realizado por la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, concluía que muchos países podrían tener que aumentar sus emisiones de gases de efecto invernadero a fin de poder proporcionar a la población una dieta saludable y adecuada. Es probable que la Comisión EAT–Lancet responda a este estudio, pero si los datos que se proporcionan son correctos, quizá será necesario replantear nuevamente la Dieta Planetaria. Podéis conocer más detalles del estudio a través de este artículo publicado en la página de la Universidad de Tufts.

Fotos 1 | Marco Verch

Artículos relacionados