Actualización sobre las recomendaciones del consumo de pescado por la presencia de mercurio

Hace unos días la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) publicó en su página web una actualización sobre las recomendaciones del consumo de pescado por la presencia de mercurio, o mejor dicho metilmercurio, recordemos que el mercurio inorgánico se emite a través de las actividades humanas al medio ambiente y cuando llega a los ambientes acuáticos se convierte en metilmercurio debido a la metilación de este elemento por algas y bacterias, que son el alimento de los peces pequeños.

El metilmercurio es una peligrosa neurotoxina que puede provocar diferentes problemas de salud, trastornos en el sistema nervioso, enfermedades cardiovasculares, alteración de los sistemas inmunológico y reproductivo, daños en órganos como los riñones o el hígado, etc. Uno de los grupos de mayor riesgo son las mujeres embarazadas, ya que esta neurotoxina puede traspasar la barrera placentaria y provocar retrasos en las funciones motoras y en el desarrollo neuronal del futuro bebé.

Las algas y bacterias con metilmercurio son el alimento de peces pequeños que, a su vez, son alimento de peces más grandes, la neurotoxina no se excreta, permanece de por vida en el organismo de los peces, así que siguiendo la cadena trófica en la que el pez grande se come al más pequeño, las especies más grandes se convierten en una especie de “contenedores” de metilmercurio, de ahí que tengan un mayor nivel de la toxina y se les aplique regulaciones más estrictas.

El pez espada, el atún, el lucio y todas aquellas especies marinas depredadoras, contienen un nivel elevado de esta toxina, por eso se recomienda limitar su consumo. La AESAN recomienda que las mujeres embarazadas eviten comer las especies grandes, y limita en embarazadas y niños de 0 a 10 años de edad el consumo de especies pequeñas de pescado a tres o cuatro raciones semanales. En el caso de los niños de 10 a 14 años, se limita el consumo de especies grandes, como el atún rojo, a 120 gramos al mes. En este mismo segmento de edad, la recomendación del consumo de especies pequeñas de pescado se establece en tres o cuatro raciones a la semana y siempre procurando variar entre las especies de pescados blancos y azules.

Para la población en general, la recomendación es comer tres o cuatro raciones de pescado a la semana y, como comentábamos, variando entre las distintas especies de pescado blanco y de pescado azul. Cabe señalar que la actualización de las recomendaciones se realiza a partir de los datos obtenidos a través de las investigaciones científicas que se han realizado en los últimos años. Y también merece la pena recordar que la Comisión Europea ha intentado, durante varios años, aumentar la tasa de mercurio en las especies grandes de pescado que se comercializa en la Unión Europea con la única finalidad de favorecer el comercio, lo que muestra lo poco que le interesa la salud de los ciudadanos. El último debate sobre este tema se llevó a cabo el año pasado y, por fortuna, se suspendieron los planes para relajar el nivel de mercurio en el pescado, de ello hablábamos aquí.

De todos modos, el metilmercurio no es el único elemento que los peces acumulan en su organismo, recordemos que según este estudio realizado por el Departamento de Química Analítica de la Universidad del País Vasco, los peces acumulan en su organismo antidepresivos, antibióticos y componentes de cremas solares, entre otros productos. Los expertos comentaban que no se conoce bien el modo en el que se acumulan estas sustancias en el organismo de los peces, cómo se distribuyen, cómo las metabolizan y las eliminan… Con esto queremos decir que es posible que además del metilmercurio, existan otros componentes tóxicos que sean ingeridos por el ser humano a través del pescado y causen problemas de salud, es un tema que de momento se sigue investigando.

Volviendo a la información proporcionada por la AESAN, la agencia comenta que las especies con alto contenido en metilmercurio son:

Pez espada/Emperador, Atún rojo (Thunnus thynnus), Tiburón (cazón, marrajo, mielgas, pintarroja y tintorera) y Lucio.

Las especies con bajo contenido en metilmercurio son:

Abadejo, Anchoa/Boquerón Arenque, Bacalao, Bacaladilla, Berberecho, Caballa, Calamar, Camarón, Cangrejo, Cañadilla, Carbonero/Fogonero, Carpa, Chipirón, Chirla/Almeja, Choco/Sepia/Jibia, Cigala, Coquina, Dorada, Espadín, Gamba, Jurel, Langosta, Langostino, Lenguado europeo, Limanda/Lenguadina, Lubina, Mejillón, Merlan, Merluza/Pescadilla, Navaja, Ostión, Palometa, Platija, Pota, Pulpo, Quisquilla, Salmón atlántico/Salmón, Salmón del Pacífico, Sardina, Sardinela, Sardinopa, Solla, y Trucha.

Las especies que no se han nombrado se entiende que tienen un contenido medio de metilmercurio, sin embargo, no detalla a que se refiere con nivel bajo, medio o alto. Según la legislación europea, la tasa de mercurio permitida en las especies pequeñas es de 0’5 miligramos por kilogramo de pescado, en las especies grandes el límite es de 1 miligramo por kilo, pero no podemos saber el nivel de metilmercurio que tiene las especies que consumimos. Lo que sí sabemos es que la ingesta semanal tolerable de esta neurotoxina según la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) es de 1,3 microgramos por kilo de peso corporal, por lo que siguiendo las recomendaciones no se superan los máximos permitidos.

La AESAN recuerda que comer pescado es seguro y saludable, se trata de un alimento que proporciona muchos beneficios a la salud, es fuente de proteínas de gran calidad y proporciona una variedad de nutrientes esenciales que ayudan al buen funcionamiento del organismo. A través de este enlace podréis conocer más detalles de la actualización de las recomendaciones.

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