Corne o rasqueta

En cocina en general, pero especialmente en repostería, resulta muy práctico un sencillo muy básico y simple, hablamos del corne o rasqueta. El primer término es con el que se conoce en la cocina francesa, pero también lo suelen utilizar algunos profesionales de escuela de nuestro país.

Hay muchos tipos de rasquetas de cocina, con distintas características según el uso que se les vaya a dar. En Gastronomía y Cía la que mencionamos a menudo es la rasqueta de panadero, pero utilizamos tanto o más el corne o rasqueta de plástico flexible, pues es muy funcional cuando elaboramos distintos tipos de masas y cremas.

Esta rasqueta semirígida es tan útil como la espátula maryse o lengua de silicona, las dos son ideales para recoger hasta la última gota de una masa, pero cada cual tiene además sus utilidades. En el caso de la rasqueta, hablamos de la flexible o semirígida, pero también está el mismo tipo de rasqueta totalmente rígida, también la utilizamos pero bastante menos, nos gusta más la rasqueta de panadero de acero inoxidable.

El corne es muy manejable, los hay de distintas formas, pero normalmente son medias lunas, semicircular o con forma de media luna, así se dispone de un lado recto y otro curvado, éste nos sirve para ‘rebañar’ los ingredientes de un cuenco especialmente, pero en general, dependiendo de la superficie en la que estemos trabajando, los dos lados nos servirán para mezclar ingredientes, trabajarlos, plegar masas, cortarlas (por el lado recto principalmente)

Este accesorio de pastelería, repostería y panadería es básico, cuando te acostumbras a utilizarlo resulta casi imprescindible, y es accesible para todos tanto por precio como por el espacio que ocupa en el cajón. Generalmente la rasqueta está fabricada en polipropileno y hay distintos tamaños, del mismo modo que se puede encontrar por distintos precios, entre 1 y 5 euros, a menudo forma parte de un pack de rasquetas.

Foto | Galantine

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