Melva

La melva es un pescado azul del que se conocen dos especies, Auxis rochei rochei y Auxis thazard, según Collette y Nauen, 1983, en el Mediterráneo y el Atlántico las capturas son de Auxis rochei. Pertenece a la familia de los Scombridae, como el atún, el bonito o la caballa entre otros.

En cuanto a su forma, es similar a un bonito de pequeño tamaño, alargado y muy redondeado, con carne firme y compacta, y un tamaño medio de 55 cm, aunque pueden llegar a medir un metro. Las piezas que no superan los 600 gramos de peso se denominan melvas canuteras.

La piel de la melva es fina, sin escamas, salvo las que se encuentran en el corselete o peto, de color azulado y púrpura intenso, con unas rayas oscuras a los lados de la zona dorsal y el vientre blanquecino. Las aletas tienen una separación mayor que el bonito. La carne es muy compacta y rosada, muchas veces teñida de sangre.

Este pescado de aguas cálidas es muy utilizado para la elaboración de conservas, Andalucía goza del sello de Indicación Geográfica Protegida ‘Melva de Andalucía’ para la conserva de elaboración artesanal de este pescado azul, en aceite de oliva y en aceite de girasol, cuya presentación oficial se realizó el pasado mes de julio, junto al mismo sello de garantía para la caballa.

Las propiedades nutritivas de la melva son muy apreciadas, como os comentamos en el post Pescado azul, pescado blanco, la melva se encuentra entre los pescados que poseen entre un 5 y un 10% de grasa, es rico en ácidos grasos omega-3, es una excelente fuente de proteínas y de minerales como el magnesio, el fósforo, el hierro y el yodo, y vitaminas del grupo B, A y D.

Es temporada de melva, dependiendo de la zona de captura esta se extiende de junio a octubre. Así que podemos preparar ricas conservas, entre muchas otras recetas, de un pescado muy económico y sabroso.

Foto | Ictio term

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