Resulta sorprendente saber que el vino en Suiza es un producto muy valorado, tanto que, a pesar de ser un país pequeño con sólo unos 7,5 millones de habitantes, Suiza es el octavo país importador de vinos de todo el mundo. Pero aún hay más, la producción de vinos suizos apenas se deja sentir en el resto del mundo, ya que hasta el 98% de lo que se produce es consumido en el propio país.
La media de consumo de vino anual se sitúa en 41 botellas de vino, unos datos de consumo elevados, Suiza importa principalmente vinos de Italia, Francia, España, Estados Unidos y Portugal, aunque hay que decir que durante los últimos años, vinos de otras nacionalidades, de Argentina o Chile entre otros, están ganando mucho terreno.
Pero al margen de los datos de consumo o importación, la cultura vitivinícola en el país helvético comienza a llamar la atención de otros mercados, la razón de ello es el trabajo que se está desarrollando desde hace 30 años por parte de los productores enológicos suizos, por recuperar variedades de uva que se habían apartado de la productividad y que estaban en vías de extinción. El vino en Suiza no sólo se obtiene a través de variedades recuperadas de uva, también se tienen en cuenta antiguas técnicas de producción y las conjuga con nuevas innovaciones en la elaboración de vino.
Al parecer, la tradición enológica en Suiza se remonta a 600 años antes de la ocupación romana, al menos esta es la conclusión de una investigación realizada por el Museo de la Viña y el Vino de Valais, aunque cuando verdaderamente empezó a cultivarse el viñedo fue en el siglo III d. C, tradición enológica que se ha mantenido hasta nuestros días.
Sin embargo, los vinos suizos parecen haber esquivado los mercados internacionales y han estado en segundo lugar, siendo la vitivinicultura una actividad discreta y desapercibida por los demás países. Como decíamos antes, una de las causas ha sido el gran consumo que realiza el país del producto nacional, no dejando apenas margen para la exportación.
Los vinos suizos han buscado renovarse e innovar y para ello se ha estudiado y trabajado durante 30 años, con variedades semi olvidadas o nuevas, como por ejemplo la arinarnoa, variedad que en los años 90 llamó la atención de los enólogos del mundo haciéndose muy popular. De todos modos, hay que decir que esta variedad tiene sus orígenes en Francia y es fruto de una combinación entre la variedad Merlot y la Petit Verdot. También se ha trabajado con otras variedades como la cornalin, la bondola o la humagne, esta última muy desarrollada por la región vitivinícola de Valais (Suiza).
Cabría destacar que el cambio climático también ha favorecido la producción de vinos en el país, recordemos que países como el Reino Unido en el que era muy difícil o imposible producir vinos, ya han empezado a desarrollarse algunos espumosos. Alemania, Dinamarca y otros países del norte, comienzan su andadura enológica, los cambios en la viticultura mundial son evidentes. En este caso, Suiza ha mejorado en climatología para la producción de vinos. Recordemos que las condiciones han sido muy duras para el desarrollo enológico debido a que es un país alpino y elevado para el cultivo de la viña.
Volviendo a los datos de consumo, nada menos que 310 millones de botellas de vino son consumidas en el país y de ellas, 200 millones corresponden a vino importado, por fortuna, la mayoría de estos vinos son europeos y los vinos del Nuevo Mundo todavía no tienen una presencia significativa. Pero esto parece que cambiará, basta con saber que se están empezando a introducir significativamente vinos que provienen de Chile y de Argentina. Los consumidores suizos prefieren en primer lugar los vinos italianos, 75 millones de botellas anuales provienen de Italia.
El segundo lugar lo ocuparía Francia que provee a Suiza con 60 millones de botellas y España ocuparía la tercera posición con 38 millones de botellas. Si Suiza comienza a producir vinos en mayor cantidad y los consumidores prefieren beber vino de la tierra, las importaciones podrían reducirse, además las exportaciones que realizaría el país también aumentarían, de hecho, sus exportaciones en 2007 superaron en un 30% las que se realizaron en 2006, prueba de que el vino suizo está empezando a ser muy solicitado.
Más información | Wikipedia