Alimentos funcionales, ¿son necesarios?

Es incasable la publicidad que gira en torno a los alimentos funcionales, es decir, los alimentos elaborados con la intención de mejorar las funciones vitales de nuestro organismo. Se trata de alimentos modificados para aportar un valor añadido a la salud, sea con un extra de calcio, de fibra, enriquecido en omega-3, bífidus, vitaminas, minerales, etc.

Pero, ¿realmente son necesarios los alimentos funcionales para gozar de buena salud?. La respuesta es no, pero la industria alimentaria se aprovecha del desuso que sufre la cocina y la alimentación casera que, por diversas cuestiones, es demasiado común en muchos hogares.

Manteniendo una alimentación sana y equilibrada, nuestro organismo recibe todos los nutrientes necesarios, pero sucede lo que sucede, una persona no deja de recibir información de lo necesario que es tomar cinco raciones de fruta al día, y por las razones que sean (cada uno tendrá las suyas), toma una o ninguna. Si le preocupa la alimentación, recurrirá, por ejemplo, a una de esas bebidas que anuncian que guarda en su interior las cinco raciones diarias de fruta que el cuerpo necesita. Y esto es un suma y sigue.

El problema es que no existe la certeza absoluta de que las propiedades de las sustancias que se añaden a este tipo de alimentos se mantienen activas una vez han sido introducidas, esto es porque existe la posibilidad de que dichas sustancias interaccionen entre los distintos componentes que forman el alimento en cuestión.

Otro tema es que además hay que cuidar el resto de nuestra alimentación, además nadie garantiza que los “extras” que ofrecen los alimentos funcionales sean realmente aprovechados por nuestro organismo, por ejemplo, si el cuerpo asimila la vitamina D que añaden a la leche desnatada igual que lo hace con la misma vitamina que de forma natural se encuentra en la leche entera.

Tengamos claro sobre todo que lo que los alimentos enriquecidos nos ofrecen, fibra, calcio, antioxidantes, etc., se encuentra de forma natural en los alimentos no enriquecidos, lo mejor es pensar que los alimentos funcionales son una solución rápida para corregir deficiencias nutricionales provocadas por una mala alimentación previa. Y aunque se consuman este tipo de alimentos, es necesario que se acompañen de una alimentación saludable, pues éstos no curan, sólo enriquecen la dieta, aunque los beneficios no están totalmente contrastados como hemos comentado.

El boom de los alimentos funcionales ya lleva tiempo entre nosotros, pero cada vez crece más. Lo principal, si queremos gozar de buena salud, es realizar una dieta variada y completa acompañada de unos hábitos de vida saludables, y después conocer cuáles son las necesidades nuestras necesidades para poder cubrirlas.

Con una dieta normal es difícil superar los aportes de nutrientes recomendados, en cambio, el consumo de alimentos enriquecidos favorece al exceso, lo que también puede ser perjudicial, por ejemplo, la vitamina A si estás embarazada o el calcio a edades avanzadas. Ya sabemos que ningún exceso es bueno.

Se puede recurrir de vez en cuando a los alimentos funcionales, pero no abusar de ellos ni hacerlos alimentos básicos en nuestra dieta, siempre será mejor disfrutar de una alimentación natural llena de propiedades beneficiosas para nuestra salud.

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