El Ganache (considerado la esencia de la trufa) es un término francés, aunque su procedencia es discutida. Se cree que el ganache surgió sobre el año 1850, unos dicen que proviene de Suiza y otros que lo inventó la pastelería Siraudin de París.
El ganache básico se elabora con igual proporción de crema de leche o nata y chocolate, este preparado ha tenido como fin ser el relleno o la cobertura de tartas y bombones, proporcionando un cremoso sabor a cacao con miles de opciones aromatizantes.
En nuestra visita al Restaurante Coque de Mario Sandoval disfrutamos de un ganache con almendra y en el Restaurante Apicius nos lo sirvieron de cacahuete. Son otras presentaciones del ganache que se funden en el paladar. Actualmente se sirve el ganache como un bocado más, formando parte del postre en forma de quenelle.
Las combinaciones que se quieran adoptar al básico ganache son infinitas, incluso en la proporción de crema de leche y cacao, siempre dependerá de la aplicación que se le quiera dar. Se puede utilizar chocolate con mayor proporción de cacao o menor, incluso con chocolate blanco, lo importante es que sea un chocolate de calidad. También se puede agregar mantequilla para hacerlo más firme, untuoso y darle brillo.
Generalmente se aromatiza con vainilla, ron u otros licores, café, se añaden frutos secos, frutas confitadas, especias… Ya estamos pensando en hacer un bombón de ganache de cardamomo. Hay que elaborar el ganache calentando la nata o crema de leche y cuando adquiere la temperatura se incorpora al chocolate troceado (fuera del fuego), el mismo calor lo fundirá. Se mezcla adecuadamente y se aromatiza con los ingredientes deseados.
En Joy of Baking nos muestran las proporciones para distintos tipos de ganaches a elaborar, por ejemplo, para hacer un ganache de relleno se utiliza una parte de nata por una parte de chocolate 1/1, para rellenar trufas se mezcla una parte de nata por dos de chocolate 1/2 y para un glaseado o cobertura una parte de nata y tres de chocolate 1/3.
También dependerá de lo sólido que se necesite para su utilización, si lo dejamos enfriar o lo utilizamos cuando aún está tibio. Pero no olvidemos que para que tenga mejor sabor, lo importante es la calidad de los ingredientes.
Foto 1 | Ruhlman