Bélgica ha decidido seguir los pasos de Francia en lo que respecta a facilitar la elección de comida saludable a los consumidores, por ello, ha anunciado que utilizará el etiquetado NutriScore implantado en el país galo el año pasado. Recordemos que se trata de un etiquetado basado en la codificación por cinco colores y letras, informando a los consumidores sobre la calidad nutricional de los productos alimentarios.
La decisión de respaldar e introducir el etiquetado NutriScore se produce después de una reunión del Ministerio de Salud con las partes interesadas, es decir, la industria alimentaria y las organizaciones de consumidores. Parece ser que tras barajar varias opciones, se ha optado por el etiquetado francés en lugar de otros sistemas como, por ejemplo, el etiquetado semáforo del Reino Unido, ya que las pruebas y estudios realizados en Francia (algo de lo que hablábamos aquí) demostraban que este etiquetado tenía un mayor impacto en el comportamiento de compra de los consumidores.
De hecho, el mes pasado os hablábamos de un estudio realizado por la cadena de supermercados francesa E. Leclerc en el que se demostraba que NutriScore era una etiqueta efectiva para elegir los alimentos saludables. Según esta cadena, el perfil nutricional de la cesta de la compra de los franceses había mejorado un 10% desde que empezó a utilizarse el etiquetado alimentario, teniendo un mayor impacto entre los consumidores menores de 30 años.
A diferencia del etiquetado semáforo, donde se dividen los ingredientes individuales de un producto, grasas, sal, azúcares añadidos, etc., NutriScore proporciona una única puntuación para todo el producto, esto es gracias a un algoritmo que tiene en cuenta tanto los elementos positivos como negativos de un producto alimenticio, el contenido en azúcares añadidos, ácidos grasos saturados, sal y calorías, tiene una influencia negativa en la puntuación, mientras que la presencia de frutas, verduras, fibra o proteínas tienen un impacto positivo. El etiquetado clasifica los alimentos con un rango de puntuación que resulta mayor para los productos menos saludables, en base a la puntuación, se otorga una letra y un color, siendo el verde oscuro y la letra A la identificación máxima del carácter saludable.
El Ministerio de Salud belga ha comentado que la introducción del nuevo etiquetado sólo tendrá el efecto deseado si todas las partes interesadas están de acuerdo y lo apoyan, algo que ya sucedió en la reunión antes comentada. Como en Francia, el etiquetado tiene carácter voluntario y esto, como ya hemos comentado en otras ocasiones, se puede considerar un error, porque sólo si el etiquetado está presente en todos los productos alimenticios, se puede realizar una elección más saludable al llenar la cesta de la compra. Organizaciones de consumidores como Foodwatch van más allá y consideran este tipo de etiquetados una farsa por su carácter voluntario.
De momento, importantes cadenas de supermercados como Ahold Delhaize y Colruyt, han manifestado su apoyo y compromiso para utilizar la etiqueta NutriScore, la primera comenta que la integrará en sus marcas de distribuidora lo largo de los próximos dos años, y la segunda que empezará a introducirlo a partir de este otoño en 10 productos. Asociaciones de consumidores como Test Aankoop dan la bienvenida a la medida, ya que desde hace bastante tiempo han estado presionando para que desde el Gobierno se promueva una alimentación saludable.
Para Test Aankoop, es un primer paso positivo, pero manifiesta que seguirá con su trabajo de investigación y comunicación informando sobre los productos poco saludables e irregularidades detectadas en la industria alimentaria. A diferencia de Francia, las empresas alimentarias han reaccionado de un modo más moderado ante el anuncio de la implantación de etiquetado, algo lógico teniendo en cuenta que se trata de una medida voluntaria, ¿habrían reaccionado igual ante una medida obligatoria?
De todos modos, FEVIA (Federación de la industria alimentaria belga), organización que representa a los sectores y empresas que producen alimentos y bebidas), ha comentado que considera que Nutriscore no es el mejor etiquetado para informar a los consumidores, según leemos aquí, argumenta que se trata de una etiqueta simplista que no tiene en cuenta las necesidades alimentarias individuales (pero, ¿quién las tiene?) y que es un sistema estigmatizador que traerá problemas.