Truco de cocina: Cómo hacer bonito con tomate y que no quede seco

Está empezando la temporada de bonito, un pescado azul muy sabroso y también económico. Está de más decir que es un alimento nutricionalmente interesante, el pescado es siempre bienvenido a la dieta y cocinado con hortalizas frescas y un método de cocción saludable, sólo puede aportar beneficios, además de disfrute. Lo que no debemos olvidar es que debemos realizar un consumo de pescado responsable.

En el recetario español hay varios platos tradicionales con bonito o atún como protagonista, y a menudo el pescado se incorpora en un guiso, véase como ejemplo el Marmitako, o el Bonito con tomate. Pero si no se tiene mucha cura del tiempo que el pescado permanece en el guiso, el resultado puede no ser el deseado, porque es muy fácil que el bonito quede seco.

Así que vamos a contaros un truco de cocina con el que sabréis cómo hacer bonito con tomate y que no quede seco, y no sólo eso, quedará más sabroso. Aunque en realidad utilizamos dos métodos, uno para un sabor más suave (como lo hacemos con el marmitako), y otro que potencia el sabor.

En cualquier caso, lo principal es cortar la rodaja de bonito, nos gusta elegir del centro, y que tenga unos ocho centímetros de grueso, se puede pedir así en la pescadería. El siguiente paso es quitar las espinas, la piel y el sangacho, limpiar bien las piezas y cortarlas en porciones más o menos rectangulares.

Los expertos recomiendan realizar el corte siguiendo la línea de la espina central. Y conviene que los trozos de pescado no sean muy grandes, pues necesitarán más tiempo para cocinarse y es más fácil que queden más secos.

Mientras el guiso está en marcha y casi a punto para su reposo, es el momento de sazonar el bonito, pasarlo por un poco de harina (opcional) y freír en la sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra, vuelta y vuelta. Al retirarlo, se posa sobre papel de cocina para que escurra, y seguidamente se incorpora al guiso, con el fuego apagado, se mezcla bien para que se adhiera la salsa e impregne su sabor, y se deja reposar un minuto.

El resultado es un guiso de bonito con tomate con el pescado bien jugoso y con más sabor. Seguro que muchos de vosotros, si cocináis habitualmente este plato, también lo cocináis así. Y si tenéis otro truco que nos puede ayudar a todos a mejorar nuestra receta, nos encantará que lo compartáis, ya sabéis que en la cocina, cada maestrillo tiene su librillo.

Foto 1 | Marmitako
Foto 2 | Atún en salsa de curry

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