El consumo moderado de alcohol puede aumentar el daño cerebral

Según los resultados de una investigación realizada por expertos de la Universidad de Oxford, el consumo moderado de alcohol puede aumentar el daño cerebral, causando el deterioro de las funciones cognitivas. Hasta la fecha no estaba claro cuáles eran los mecanismos subyacentes, una posibilidad que se barajaba era que el alcohol podía aumentar la acumulación de hierro en el cerebro, lo que afectaría a las células nerviosas.

Recordemos que en los últimos años se han realizado varios estudios que han revelado diferentes efectos perjudiciales por el consumo de alcohol como, por ejemplo, el aumento del riesgo de sufrir cáncer, posibles daños estructurales en el cerebro o la acumulación de hierro en el mismo, aunque en este caso se hablaba de consumo excesivo y se desconocía si esto podía ocurrir en las personas que consumen alcohol de forma moderada.

Por ello, se diseñó un estudio para investigar la relación entre la ingesta de alcohol moderada y los niveles de hierro en el cerebro, de un grupo de 20.729 participantes en el estudio del Biobanco del Reino Unido (base de datos biomédica y recurso de libre acceso para la investigación de la genética, el medio ambiente y otros factores determinantes del estilo de vida y una amplia gama de enfermedades, que cuenta con el expediente detallado de medio millón de personas).

Los investigadores evaluaron el consumo de alcohol mediante un cuestionario sobre los hábitos de consumo, por otro lado, los niveles de hierro se obtuvieron a partir de imágenes de resonancia magnética. Durante esta prueba también se evaluó la función cognitiva con pruebas estándar de función ejecutiva, concepto propio del campo de la neuropsicología que abarca diferentes habilidades cognitivas como el autocontrol, el tiempo de reacción, la comprensión, el razonamiento y la resolución de problemas, el pensamiento flexible, etc.

Tras cotejar los datos, se llegaron a las siguientes conclusiones: un consumo de 56 gramos de alcohol por semana se asocia a una mayor acumulación de hierro en los ganglios basales o núcleos basales, masa o estructuras de sustancia gris localizadas en la base del cerebro, que realiza diferentes funciones cognitivas, emocionales y de movimiento. Se ha asociado un nivel más elevado de hierro en los núcleos basales con un tiempo de reacción más lento y con mayores deficiencias en la función ejecutiva y la inteligencia fluida. Otro dato interesante es la relación entre el consumo de alcohol, la edad y la acumulación de hierro en el cerebro, que sugiere que el alcohol puede amplificar la forma en que el envejecimiento afecta al cerebro.

En un análisis más exhaustivo se evaluaron las variantes genéticas asociadas al consumo de alcohol y los trastornos por su consumo, determinando que las variantes genéticas estaban poco asociadas a un mayor daño en el hipocampo (parte importante del sistema límbico implicada en la memoria a largo plazo y la memoria declarativa) y el putamen (uno de los tres núcleos principales de los núcleos basales del cerebro, que se encarga del control motor del cuerpo). Los expertos comentan que los resultados no fueron estadísticamente significativos tras tener en cuenta diferentes pruebas.

Los investigadores de la universidad explican que el alcohol podría causar la supresión de la hormona hepcidina, hormona determinante en la regulación de los niveles de hierro en sangre, lo que conduciría a una mayor absorción de hierro a través del sistema digestivo y su posterior acumulación en el cerebro. El alcohol puede aumentar la permeabilidad de la barrera hematoencefálica al hierro, hay que tener en cuenta que esta barrera permite el paso de agua, oxígeno, dióxido de carbono o anestésicos generales al encéfalo, impidiendo la entrada de microorganismos y otras sustancias, además, se apunta que el alcohol también podría contribuir en los procesos inflamatorios crónicos.

Como decíamos, se trata del mayor estudio realizado hasta el momento sobre el consumo moderado de alcohol y la acumulación de hierro en el cerebro, cuyos resultados muestran que el mayor nivel de hierro acumulado en el cerebro debido al consumo de alcohol, puede ser un potencial mecanismo para el deterioro cognitivo. Los investigadores han explicado que aclarar los mecanismos por los que el alcohol actúa sobre el cerebro es vital para la etiología de la enfermedad, así como para el diseño de terapias más efectivas, como la eliminación del exceso de hierro en el organismo.

De todos modos, se comenta que será interesante realizar nuevos estudios con otras poblaciones a fin de validar y ratificar los resultados obtenidos. Podéis conocer todos los detalles del estudio a través de este artículo publicado en la revista científica Plos Medicine.

Foto 1 | Didriks
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