Potaje de garbanzos, bacalao y espinacas para Semana Santa, receta para quien tiene poco tiempo para cocinar

Potaje de vigilia, de Cuaresma, de Semana Santa… El potaje de garbanzos, bacalao y espinacas con huevo duro es un plato tradicional de estas fechas que recibe varios nombres, y como sucede con todas las recetas que hemos heredado de nuestros mayores, hay muchas variantes a la hora de cocinarlas, pues se van adaptando a los gustos del cocinero y a los nuevos tiempos. Con la cocina lenta sucede que muchas personas no la pueden practicar por falta de tiempo para cocinar, pero esto no debe impedir disfrutar de los buenos platos de cuchara.

Es por ello que hoy os traemos la versión de la receta para quien tiene poco tiempo para cocinar, con este potaje de garbanzos, bacalao y espinacas para Semana Santa, os vais a chupar los dedos. Veréis que es una receta muy sencilla y que la podéis hacer en 20 minutos. El problema de estos guisos es el tiempo de cocción que necesitan las legumbres, pero por lo demás, poco hay que cocinar. Así que si sois de los que cocéis garbanzos en abundancia para guardarlos en el congelador o si las consumís normalmente en conserva, aquí tenéis la fórmula para saborear un Potaje de vigilia como ninguno.

Ingredientes (4 comensales)

  • 1 cebolla pequeña
  • 2 dientes de ajo
  • 1 tomate pera grande
  • 1 c/p de pulpa de pimiento choricero (opcional)
  • 1 hoja de laurel
  • 400 gramos de bacalao al punto de sal
  • 400 gramos de garbanzos cocidos
  • 1 c/p de pimentón de la Vera
  • ½ c/c de comino en polvo
  • 250-300 gramos de agua
  • c/n de sal
  • 200 gramos de espinacas frescas
  • c/n de aceite de oliva virgen extra
  • 2 huevos.

Elaboración

Pela la cebolla y pícala en brunoise, pela los dientes de ajo y córtalos en láminas. Pela el tomate y pícalo sin desperdiciar sus jugos. Pon la olla a calentar con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y pocha a fuego medio-bajo la cebolla y el ajo, y añade una pizca de sal. En un cazo pequeño, pon agua a hervir para hacer los huevos, cuécelos unos 8 minutos desde agua hirviendo.

Cuando la cebolla esté pochada, añade el tomate y la pulpa de pimiento choricero (hace que quede más sabroso), mientras se evapora el agua del tomate, corta el bacalao en dados, sin retirar la piel para aprovechar su gelatina y ligar el guiso.

Incorpora el bacalao y la hoja de laurel, sube el fuego y cocina un minuto dando alguna vuelta al bacalao, a continuación añade los garbanzos cocidos, el pimentón de la Vera, el comino y según gustos, añade un poco de sal, pero puede no ser necesario.

Añade el agua y lleva a ebullición, cuando rompa a hervir añade las espinacas, enseguida perderán volumen y se mezclarán con los garbanzos y el bacalao. Apaga el fuego y deja reposar unos minutos.

Acabado y presentación

Sirve el potaje de vigilia en platos hondos, pela los huevos duros y córtalos en cuartos, en mitades o pícalos en dados y repártelos en los platos. Puedes terminar con un poco de pimentón de la Vera y un hilo de aceite de oliva virgen extra. ¡Buen provecho!

Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria

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