Col kale

La familia de las coles (Brassica oleracea) es muy amplia, no sólo disponemos de las distintas variedades que se consumen habitualmente en España, hay muchas otras para nosotros desconocidas, aunque con la globalización alimentaria esto va cambiando. Lo que no nos gusta al respecto es que parece que los productos que vienen de fuera son mejores, o al menos despiertan más interés y furor, las modas culinarias que se implantan en otros países, como Estados Unidos, quieren ser adoptadas por muchos españoles, ¿hasta cuándo? Esto viene a colación del alimento del que os vamos a hablar hoy, es la col rizada.

Pero no es la col rizada que a todos nos viene a la cabeza al oír o leer el nombre, no es esa col esférica cuyas hojas tienen prominencias, o ‘rizos’, a diferencia de su pariente lisa y de color verde claro, ahora hay otra col rizada en el mercado que también se conoce como kale. Este nombre es el que el mercado estadounidense ha hecho popular para esta verdura de hoja verde que muchas personas no tendrían en cuenta si no fuera por la moda, porque precisamente la col es una de las verduras que despierta más rechazo.

La col kale (Brassica oleracea var. sabellica L.) también se conoce como col crespa, además de col rizada como ya os hemos comentado, y no tiene forma de esfera, son hojas largas, de color verde oscuro (también la hay morada) y muy rizadas, como podéis apreciar en la foto. Según leemos aquí, esta col es propia del norte de Alemania, y se cultiva en otros países del norte de Europa, así como en la costa noroeste de Norteamérica.

Esta variedad de col se recolecta en los meses más fríos, de hecho, hay zonas en las que se espera que haya fuertes heladas nocturnas, aseguran que de este modo se consiguen una col más dulce, porque el almidón de las hojas se transforma en azúcares, esto se debe a que las enzimas fosfofructoquinasa se frenan cuando hay temperaturas muy bajas, mientras que la fotosíntesis sigue produciendo azúcares.

Dado que los meses en los que se cosecha son diciembre y enero, la col kale o col rizada se asocia a la Navidad, ahora bien, como sucede con otras verduras, en mercados de Norteamérica (y quizá también en Alemania) se comercializa kale durante todo el año como producto de cuarta gama, es decir, envasada y lista para consumir.

Ahora os explicaremos por qué la col kale se ha hecho tan popular, no sin antes deciros que la que podéis ver en la foto la compramos ayer en una tienda de alimentación de productos ecológicos de nuestro municipio y que procede de la huerta valenciana, lo que os puede dar una idea de que esta verdura que requiere clima frío, tiene un cultivo muy sencillo y por lo visto adaptable.

La kale (y no el kale, puesto que es una col) es un vegetal y como todos los de su familia, es bajo en calorías. Como otras parientes, esta col rizada también es rica en nutrientes beneficiosos para la salud, vitamina A, vitamina C, vitamina K, vitamina E, vitamina B6, ácido fólico, tiamina, riboflavina, calcio, potasio, hierro, fósforo, manganeso… del mismo modo tiene más proteínas de hidratos de carbono.

En consecuencia, a este alimento también se le otorgan beneficios para la salud, como las propiedades depurativas, antiinflamatorias y reguladora del colesterol, entre otras. Todo esto, y la necesidad de creer en los ‘superalimentos’, son algunos de los motivos por los que la col kale se puso de moda hace quizá un par de años (aquí vamos tarde, claro).

Además de cocinarse como el resto de verduras de hoja, la col kale se suele consumir cruda, en ensaladas o en zumos, para aprovechar al máximo sus bondades nutricionales, pues como ya sabéis, muchas propiedades de los alimentos se van o disminuyen cuando se cocinan. Es posible que incluyamos esta col en nuestra cesta de la compra ocasionalmente, como la col rizada o la col lisa, pues no son de nuestras verduras favoritas, así que de vez en cuando iremos publicando recetas con esta verdura.

Si vais a comprar kale tened en cuenta que las hojas deben estar tersas, éstas son bastante largas, pueden medir unos 40 centímetros. También deben tener un color vivo y su tronco debe permanecer firme. Para conservar este tipo de verduras lo ideal es el frigorífico, envolviéndolas o introduciéndolas en una bolsa previamente.

Tabla nutricional | www.seh-lelha.org

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